Las aplicaciones de tráfico que indican prometen indicar el momento exacto en que un autobús llegará a una parada son menos precisos que el cronograma oficial, según un estudio.
Es probable que incluso quienes siguieron las sugerencias de las apps para programar su llegada a la parada perdieran el autobús aproximadamente el 75 por ciento de las veces.
«Seguir lo que las aplicaciones de tránsito dicen sobre cuándo salir de la casa u oficina para la parada de autobús es una estrategia arriesgada», dijo Luyu Liu, investigador de la Universidad Estatal de Ohio.
En promedio, la mejor opción para quienes viajan en autobús es consultar el horario oficial o, al menos, agregar tiempo adicional a las sugerencias de la aplicación, precisó el estudio publicado en la revista Transportation Research Part A.
El coinvestigador Harvey Miller aclaró que “no estamos diciendo que la información del autobús en tiempo real sea mala”, pero si una persona utilizará estas aplicaciones “debe saber cómo usarlas y darse cuenta de que, en promedio, no será mejor que seguir el programa».
El peligro de la «táctica codiciosa»
La peor forma de tomar el autobús es usar lo que los investigadores llamaron la «táctica codiciosa» que usan muchas aplicaciones de tránsito, en la que los viajeros cronometraron su llegada a la parada en el momento en que la aplicación dijo que el autobús llegaría.
La espera promedio con esta táctica fue de aproximadamente 12 minutos y 30 segundos, tres veces más que simplemente seguir el horario oficial.
¿El motivo? Los pasajeros que utilizan esta táctica tienen un alto riesgo de perder el autobús, según los investigadores.
Si bien la aplicación indica a los pasajeros cuándo llegará el autobús en función de dónde está y qué tan rápido se está desplazando, existen dos problemas con este método: los conductores pueden recuperar el tiempo perdido y las apps no verifican la ubicación con la suficiente frecuencia para obtener información precisa en tiempo real.
Las tácticas más exitosas
Un poco mejor fue la «táctica arbitraria», cuando una persona caminó al azar hasta una parada y tomó el autobús que llegó. Los viajeros que usan este método esperarían en promedio alrededor de 8 minutos y 30 segundos para el próximo autobús.
Otra alternativa que tuvo buenos resultados fue la «táctica prudente», que consistía en utilizar la aplicación para planificar la llegada a la parada, pero añadiendo algo de tiempo. El tiempo de espera fue de cuatro minutos y 42 segundos, con un 10 por ciento de riesgo de perder el autobús.
El tiempo de espera de este método fue similar a la «táctica del horario», que simplemente usa el cronograma público para determinar cuándo llegará el autobus. Estos viajeros esperaron un promedio de cuatro minutos y 12 segundos, con solo 6 por ciento de riesgo de perderlo.
Si bien, en promedio, la táctica del cronograma funcionó mejor que el resto, hubo algunas excepciones.
Los resultados mostraron que, en general, era mejor seguir la “táctica del horario” por la mañana y seguir la táctica prudente por las tardes. Pero una cosa era segura, dijeron los investigadores: nunca fue una buena idea ser codicioso e intentar no esperar en la parada del autobús.
“Estas aplicaciones no deberían imponer estrategias arriesgadas a los usuarios para eliminar el tiempo de espera. Deberían ser más sofisticadas”, puntualizó Miller.