¿A quién no le gustaba escuchar el CD de su artista favorito en el Discman o reproductor de CDs? Seguramente todos alguna vez tuvimos ganas de tener cientos de CDs en nuestras habitaciones, pero con el paso de los años y la entrada imparable del streaming, estos dispositivos comenzaron rápidamente a desaparecer de nuestro paisaje inmediato, tanto así que incluso se ha llegó a la «paradoja tecnológica» de que los vinilos los vuelvan a superar en ventas varias décadas después.
Por ello, antes de que desaparezcan del todo, creemos que es interesante que conozcas la verdadera historia del CD y de cómo llegó a nuestras vidas.
El CD llega al mundo
El CD evolucionó a partir de múltiples medios ópticos, y finalmente se concretó en 1980 cuando Sony y Philips crearon el famoso estándar «Libro rojo», que consistía en una serie de documentos que delineaban un disco de 120 mm con música a una resolución de 16 bit / 44.1kHz. Sin embargo, el CD no llegó oficialmente al público en general hasta el año 1983.
La frecuencia de muestreo se basó en el teorema de Nyquist, que explica detalladamente cuál debería ser la tasa mínima necesaria para replicar todas las frecuencias que los humanos pueden oír.
El CDP-101: Sony crea una leyenda
El primer reproductor de CD disponible en el mercado, el Sony CDP-101, fue lanzado por el gigante de la electrónica en Japón en octubre de 1982. Según Sony, este dispositivo nació casi 100 años después del primer reproductor de fonógrafo, y llegó a los EE. UU. y todos los demás países del mundo, después de seis a siete meses de su debut inicial en 1983. Sin embargo, no solo la innovación fue impresionante ante el público, sino también su precio que era de $1,000 dólares ¡Cómo el iPhone X hoy en día!
Los CDs lideran el mercado
Según The Guardian, la llegada no oficial del CD llegó con el lanzamiento del álbum Brothers in Arms de Dire Straits, que se grabó en los últimos equipos digitales y generó una gira patrocinada por Philips. Este grupo decidió lanzar su primer CD en mayo de 1985, el cual provocó que muchas personas fanáticas de la música comenzaran a comprar reproductores de CD para adaptarse a este nuevo formato en crecimiento. Y así fue. Para 1988, las ventas de CD superaron el vinilo y para 1991 hicieron lo mismo con el cassette.
Una caja muy grande
Si fuiste parte de los inicios del CD en el mercado, seguramente recuerdas las presentaciones tan exageradas en las que venían, que fueron conocidas como las “longbox o cajas largas”. Estas cajas de seis pulgadas por 12 pulgadas no solo fueron creadas para llamar la atención de los posibles usuarios, aunque realmente lo lograron, sino que también fueron fabricadas para evitar robos.
Sin embargo, después de un tiempo, se realizaron muchas protestas por parte de ciudadanos que afirmaban que esa caja larga era responsable de crear 18.5 millones de libras de basura adicional cada año y por tal razón, fueron reemplazadas por cajas de plástico del mismo tamaño, aunque con ellas, los CDs estaban más vulnerables a los robos.
Finalmente, la solución más práctica es la que hoy en día conocemos y es, la envoltura plástica transparente.
El CD-R mágico
Si tienes más de 20 años seguramente recuerdas cuando descubrimos por primera vez el CD-R (disco compacto grabable) a finales de los años 90. Este tipo de dispositivo fue desarrollado en 1988, y se volvió famoso cuando las PC y grabadoras digitales comenzaron a permitir que los consumidores «copiaran» discos, preservando la música en archivos de baja velocidad de bits, para luego grabarlos en CD-Rs para compartir.
Aunque la calidad de este tipo de CD no era excelente y tardaba hasta 8 horas para copiar un solo disco desde la unidad de PC, sin lugar a duda, el dinero que te ahorrabas (en las tiendas los CDs costaban entre $17 dólares a $20 dólares) hacia que valiera la pena todo el esfuerzo.
Definitivamente esto se convirtió en una de las maneras más populares de darle uso al CD, compartir material musical y lo mejor de todo, sin tener que pagar nada (algo así como la música digital hoy en día).
La llegada del MP3 al CD
Otros de los avances que quedará para la historia fue cuando el CD-RW (disco compacto regrabable), logró mezclarse con el pequeño formato de archivo MP3, que permitieron una mezcla heterogénea y gratuita de música para los oyentes.
Para hacerlo solo necesitas un paquete de CD-RW y allí podías cargar cientos de canciones desde el disco duro de una computadora, para disfrutar de buena música. El único inconveniente era que tenías que escuchar decenas de canciones antes de llegar a la que más te gustaba, pero por tener música gratis valía la pena ¿no?
Napster: un cambio trascendental
En 1999, Napster llegó a la web y cambió el mundo para siempre. Este servicio de distribución de archivos de música permitía que los usuarios compartieran sus colecciones de MP3. En ese momento, Napster recibió alrededor de 80 millones de usuarios, y opacó el camino de otros sitios como LimeWire, uTorrent y muchos otros. Aunque Napster tuvo una vida muy corta, porque fue clausurado en el 2001, seguramente lo recordarás toda la vida ¡qué útil fue!
Steve Jobs y su gran pequeña cápsula
El innovador de Apple, Steve Jobs, lanzó el pequeño reproductor de MP3 conocido como iPod. Aunque no era el más llamativo físicamente, lo que realmente lo hizo especial era que trabajaba con iTunes, un a aplicación que terminó convirtiéndose en una fuente de poder musical para Apple y la manera es que la gente compraba música, para aquellos que aún pagaban por ello.
En 2005, iTunes superó las ventas de CD en dos tiendas físicas principales por primera vez. Pero esta pequeña victoria fue de corta duración.
La revolución del servicio streaming
Sin lugar a duda, otro cambio que significativo en la historia de la música fue el inicio del servicio de “radio por Internet” llamado Pandora en enero de 2000.
Este servicio ofrece música gratuita y asequible a cualquier persona en línea, sin la necesidad de infringir la ley o almacenar grandes cantidades de datos. En 2014, los ingresos por streaming por primera vez empañaron las ventas de CD e hicieron lo mismo con las descargas digitales en el 2015.
Un futuro incierto
A pesar de que la fábrica de CD está a punto de despedirse del mercado, debemos admitir que sus posibles seguidores como son Spotify y Apple Music no han podido levantarse y obtener todas las ganancias que obtuvo CD en sus buenos momentos. ¿Será que la transmisión se convertirá en un medio rentable para la industria o la herida de Napster es demasiado profunda para sanar? ¿Y qué ocurre si los servicios de transmisión nunca ganan dinero?
Desafortunadamente, no podemos responder esas preguntas. En cambio, solo podemos prepararnos para despedirnos de CD. Adiós, viejo amigo. Realmente fuiste muy bueno y fiel.