Un grupo de investigadores descubrió en Australia los restos de un gusano marino prehistórico que habitó hace más de 400 millones de años.
Se trata del Lepidocoleus caliburnus, cuya principal característica es haber tenido el cuerpo cubierto de placas de cristales. Es por esta razón que ha recibido el nombre de Excalibur, que perteneció al rey Arturo, “guardián” de Gran Bretaña en los siglos V y VI de acuerdo con el folclore inglés.
Los científicos afirman que este ejemplar vivió en los arrecifes de coral de las aguas menos profundas, las que ahora forman parte del territorio australiano.
Quienes hallaron los restos, sostienen que el gusano utilizaba sus placas para defenderse de los depredadores y se habría alimentado de residuos orgánicos.
El equipo detrás de este trabajo ha utilizado un escáner con el fin de crear modelos digitales en 3D sobre este tipo de caparazón.
“Con el uso de micro-CT, podemos separar virtualmente los componentes individuales de la armadura”, explica la investigadora Sarah Jacket en un artículo de Science Alert.
“Somos capaces de manipular los modelos para determinar cómo se movían las piezas individuales del caparazón en relación con las demás, así como determinar el grado de superposición entre ellas”.
De esta manera, los científicos han podido detectar una suerte de armadura que recorría el esqueleto de este gusano marino.
Los autores de este trabajo quieren investigar ahora cómo esta especie utilizó este sofisticado sistema de defensa en contra de sus enemigos, para lo cual volverán a crear modelos virtuales a partir de los restos encontrados.
400-Million-Year-Old 'Excalibur' Seaworm Found in Australia, With Full Suit of Armor https://t.co/NelSCf8o7b
— ScienceAlert (@ScienceAlert) December 3, 2021