Una confesión inesperada de Joe Biden en una recaudación de fondos en Nueva York, encendió las alarmas mundiales y por supuesto de Estados Unidos: ya que admitió que la posibilidad de una guerra nuclear es muy cercana.
«Por primera vez desde la crisis de los misiles cubanos, tenemos una amenaza directa del uso de un arma nuclear si de hecho las cosas continúan por el camino que van», dijo el presidente citado por Politico. «No hemos enfrentado la perspectiva del Armagedón desde Kennedy y la crisis de los misiles cubanos».
Lo cierto es que en EE.UU. parecen ya estar preparándose, primero con la compra de un medicamento especial para la población en caso de un potencial ataque.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos anunció la semana pasada el gasto de $ 290 millones en un medicamento contra la radiación llamado Nplate para agregar a la reserva del país para «emergencias radiológicas y nucleares». Nplate, también conocido como romiplostim, se usa para tratar recuentos bajos de plaquetas en la sangre, con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos en 2021 para que el medicamento se use como tratamiento para aquellos expuestos agudamente a la radiación.
Pero además del Nplate, en el servicio de transporte PATH análogo al sistema de metro de Nueva York, excepto que el metro conecta las ciudades de Nueva Jersey de Hoboken, Jersey City y Newark con la ciudad de Nueva York, comenzaron a compartir carteles para recomendaciones de ataques nucleares.
Los carteles describen qué hacer cuando/si ocurre una emergencia por radiación. Se instruye a los residentes a refugiarse dentro de un sótano o en el medio de un edificio, esperar dentro para reducir la exposición a la radiación y mantenerse informados a través de la radio, la televisión, la computadora o el dispositivo móvil para obtener más instrucciones.