Astrónomos y aficionados estuvieron por un buen tiempo con los ojos puestos en el cielo, esperando el inminente retorno de la estación espacial china Tiangong-1 y su reingreso a la atmósfera de la Tierra. Los últimos cálculos habían dado una ventana más precisa sobre cuándo entraría en la atmósfera de nuestro planeta y se partiría en pedazos, pero no se pudo determinar exactamente el área en la que haría contacto.
Pero ahora, la espera terminó. No te preocupes, pues la estación espacial no aterrizará sobre tu casa.
El Comando Espacial Conjunto Estratégico de los Estados Unidos (JFSCC) confirmó que el laboratorio espacial, que tiene el tamaño de un autobús escolar, se desintegró en pedazos y se quemó al reingresar a la atmósfera terrestre, lo que ocurrió sobre el Océano Pacífico Sur a las 8:16 p.m. ET del domingo primero de abril (0016 GMT del lunes).
El Comando dijo que utilizó sensores de la Red de Vigilancia Espacial y su sistema de análisis orbital para confirmar el reingreso del satélite, y también trabajó con datos proporcionados por una red de científicos internacionales en Australia, Japón, Corea del Sur, Canadá, Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido.
Jonathan McDowell, un astrónomo en el Centro Harvard-Smithsonian para Astrofísica, publicó una imagen que muestra dónde se cree que la parte principal de la estación ha llegado a la tierra. Parece estar a unas 2,500 millas al sur de Hawai y unas 2,800 millas al noreste de Auckland, Nueva Zelanda. A través de Twitter, McDowell hizo referencia al llamado «cementerio de naves espaciales» donde muchos satélites han llegado a su fin.
«NW de Tahití: ¡se las arregló para no llegar hasta el ‘cementerio de naves espaciales’ que está más al sur!», escribió McDowell, añadiendo una imagen del área.
NW of Tahiti – it managed to miss the 'spacecraft graveyard' which is further south! pic.twitter.com/Sj4e42O7Dc
— Jonathan McDowell (@planet4589) April 2, 2018
Las posibilidades de que los escombros aterricen en áreas densamente pobladas fueron siempre pequeñas, y los informes iniciales sugieren que cualquier parte que sobrevivió al incendio solo llegó al mar, como se esperaba. Sin embargo, todavía se espera la confirmación de que ninguno los restos que alcanzaron la superficie de la Tierra llegaron a alguna de las miles de pequeñas islas del Pacífico Sur.
Lanzada en el año 2011 en un esfuerzo por competir con los Estados Unidos y Rusia, la nave espacial Tiangong-1 (conocida como “Heavenly Palace”, o “Palacio Celestial”) fue retirada de servicio en el 2016, y China notificó a las Naciones Unidas que probablemente se partiría en pedazos y caería a la Tierra en 2017 o 2018. Ahora, la espera llegó a su fin.