La mayoría de las veces, los drones no se sienten muy cómodos en el agua. Y algunos tienden a limitarse a permanecer por debajo de las olas.
Y en ese sentido, se ha desarrollado un nuevo proyecto, realizado por investigadores del Imperial College de Londres.
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Con su prototipo, bautizado como AquaMAV, los investigadores han creado un dron, que no sólo capaz de volar en el aire, sino que también puede sumergirse en el agua y luego volver a emerger.
«Estamos desarrollando un dron que pueda moverse tanto en el aire como en el agua y que la transición entre los dos espacios sea rápida y fiable”, explican a Digital Trends los creadores de este dispositivo, Mirko Kovac y Rob Siddall.
Aunque parezca impresionante, este dron es capaz de alcanzar velocidades próximas a las 30 millas por hora desde debajo del agua. El equipo basó el concepto de AquaMAV en dos animales que poseen esta capacidad para operar tanto en el agua como en el aire.
Se trata de alcatraz, la gran ave marina del Atlántico Norte que caza peces al zambullirse en el mar desde una gran altura, y también de los peces voladores, que realizan grandes saltos fuera del agua. Así, este dron es tan bueno por debajo de la línea de flotación como por encima.
«Un robot submarino generalmente se mueve de forma lenta y, por supuesto, sólo puede moverse a lo largo de los cursos de agua, por lo que volando podemos llegar a áreas de interés mucho más rápido, antes de bucear en el agua para realizar una observación cercana, tomar muestras o registrar datos» continuado.
«El AquaMAV es el primer avión de ala fija de su tipo y la estrategia única de bucear directamente en el agua y retomar el vuelo con una poderosa ráfaga de empuje significa que es intrínsecamente robusto y transita directamente a través de aguas agitadas».
Como se puede imaginar, este proyecto presentó varios desafíos, entre ellos el de definir nuevos principios científicos para la movilidad en el aire y el agua. «No podíamos confiar en los enfoques existentes para hacer eso y era necesario desarrollar nuevos caminos holísticos donde las partes del robot fueran multifuncionales», subrayan Kovac y Siddall.
«Por ejemplo, el mecanismo de plegado se puede utilizar para proteger las alas del impacto con el agua y también para iniciar las maniobras de vuelo dinámico. También el reto era que necesitábamos abordar los requisitos de diseño de un robot de natación sin comprometer los de un robot volador y viceversa».
En esta última capacidad, los investigadores tenían que asegurarse de que el robot flotara de manera adecuada, sin que fuera demasiado pesado para volar. Afortunadamente, todo funcionó y como muestra el vídeo, AquaMAV está funcionando. Sin embargo, todavía hay mucho trabajo por hacer.
«Con el AquaMAV sería mucho más fácil recolectar muestras de agua y áreas difíciles de alcanzar, sin necesidad de un barco totalmente tripulado, por ejemplo», señalan Kovac y Siddall. «Este robot es nuestro primer prototipo completo y en los próximos meses vamos a realizar extensas pruebas de campo y examinar diferentes cargas útiles de sensor/muestreo, por lo que hay mucho que esperar en un futuro cercano», concluyen.