Un grupo de arqueólogos descubrió en Egipto el cementerio de mascotas más antiguo del que se tenga registro.
El hallazgo se realizó a las afueras del puerto de Berenice, en el mar Rojo, y se calcula que tendría casi dos mil años de antigüedad.
De acuerdo con un artículo de Live Science, el cementerio incluye restos de gatos, perros y monos con collares.
Se trataría de un lugar único, según Marta Osypinska, jefa de la investigación, ya que, a diferencia de otros cementerios de animales, en este lugar no se encontró ninguna momia ni tampoco signos de que los ejemplares hayan muerto por acción de los humanos.
“Hay animales viejos, enfermos y deformes que tuvieron que ser alimentados y cuidados por alguien”, explica la investigadora.
“La mayoría de los animales se enterraron con mucho cuidado. Se les colocaba en una posición para dormir, a veces envueltos en una manta, a veces cubiertos con platos… Así que pensamos que en Berenice los animales no eran sacrificios a los dioses, sino que solo eran mascotas”.
Hasta el momento, los excavadores han encontrado 585 animales. De ellos, 536 eran gatos, 32 perros, 15 monos, un zorro y un halcón.
Según el estudio publicado en World Archeology, algunos de estos animales venían de fuera del continente africano.
El descubrimiento aporta otra mirada a la creencia de que en la antigüedad las personas no acostumbraban a tener mascotas o animales de compañía.
“Existen numerosas pruebas sólidas, arqueozoológicas, veterinarias y textuales que indican claramente que las personas que vivían en este lugar hace casi dos mil años cuidaban a los animales ‘no utilitarios’ de manera similar a la actual”, señala el estudio.