Este domingo 3 de octubre, la costa sur de California se vio gravemente afectada con el derrame de unos 3,000 barriles de petróleo de posproducción.
Debido a esta situación, Kim Carr, alcaldesa de Huntington Beach, advirtió que se trata de uno de los peores desastres ecológicos de las últimas décadas.
“Este vertido de crudo supone una de las situaciones más devastadoras a las que se ha enfrentado nuestra comunidad en décadas”, afirmó la autoridad.
La mancha de petróleo ya cubre cerca de 34 kilómetros cuadrados del océano Pacífico, desde el muelle de Huntington Beach hasta Newport Beach.
Los primeros reportes indican que el vertido fue causado por una brecha conectada a la plataforma petrolífera Elly, operada por Beta Offshore.
Los encargados de la plataforma señalaron que el oleoducto ya había sido cerrado y que el petróleo restante había sido succionado.
El problema es que aún no se sabe dónde se produjo la fuga ni por qué, por lo que la empresa ha enviado buzos a la zona para determinar los motivos del accidente.
“Estamos totalmente comprometidos a estar aquí hasta que este incidente haya llegado a su final”, señaló la compañía en un comunicado.
Las autoridades y los equipos de emergencia han encontrado peces y pájaros muertos en la costa, por lo que las labores de rescate se deberán extender por varios días.
“Nuestros humedales se están degradando y partes de nuestra costa están ahora cubiertas de petróleo”, señala la alcaldesa.
“En los próximos días y semanas desafiamos a las partes responsables a hacer todo lo posible para rectificar esta catástrofe medioambiental”, finalizó la autoridad.