Un artículo publicado en Nature explica de forma detallada cómo algunas de las especies más antiguas y singulares entregan relevante información que permite reescribir la evolución de los animales.
Una de las más antiguas que se conoce, la Yilinga spiciformis, evidencia que algunos rasgos animales aparecieron hace quinientos millones de años.
Cuando fue hallado el año pasado en China, encontraron huellas dejadas por esta criatura, lo que ha permitido tener conocimiento sobre el movimiento que realizaba. De hecho, muchos llaman a esta criatura como “el primer caminante”.
En la misma región donde fue descubierto, los investigadores encontraron dos filas paralelas de hoyuelos. Ellos creen que fueron hechas por un animal de hace 550 millones de años que podría ser capaz de excavar y que poseía múltiples pares de apéndices.
Esto lo convertiría en uno de los primeros animales conocidos con patas.
Un periodo clave para la evolución
A raíz de los hallazgos, los investigadores han definido al periodo ediacarano (hace 635 millones a 541 millones de años), como un punto de inflexión en la evolución animal.
En este periodo se incluyen los primeros registros fósiles de innovaciones anatómicas, como tripas y patas, así como la primera aparición de comportamientos más complejos como la elaboración de la madriguera.
Entender la importancia de esta etapa ha convencido a los científicos de que la explosión cámbrica o el periodo cámbrico habría sido menos revolucionario de lo que se pensaba.
«La explosión cámbrica es sólo otra fase de la evolución. No es un simple evento de flash. No podría haber ocurrido sin las anteriores olas de innovación», asegura en la nota la paleobióloga Rachel Wood de la Universidad de Edimburgo, Reino Unido.
Si bien, no todos los organismos de aquella etapa terminaron convertidos en animales, muchos científicos adhieren a la idea que una parte significativa de los organismos ediacaranos eran probablemente animales, incluyendo algunos que no se parecen a ningún ejemplar vivo de nuestros días.
Investigaciones recientes señalan incluso que ediacaranos de aspecto “alienígena” también podrían haber sido animales.
«Representan a los ancestros, probablemente, de muchas cosas diferentes», asegura Frances Dunn, paleontólogo de la Universidad de Oxford.
Los investigadores señalan la importancia de profundizar los estudios sobre este periodo para hallar más respuestas sobre los procesos evolutivos de las distintas especies de animales.
Actualmente, paleontólogos están excavando nuevos hallazgos de ediacaranos en Irán y Rusia y que podrían arrojar importantes detalles sobre esta crucial interrogante.