Un avance científico que abre muchas puertas a la recuperación de especies extintas se dio en Japón, ya que un equipo de investigadores de la Universidad de Yamanashi acaba de crear ratones clonados a partir de células de piel liofilizadas.
Hasta ahora las técnicas de clonación se habían hecho con células congeladas a través de nitrógeno líquido, sin embargo, esta es una técnica costosa y riesgosa, ya que las células se pueden descomponer y quedar inutilizables.
En cambio, con las células de piel liofilizadas lo primero que hicieron los investigadores fue tratar células de la piel de colas de ratones y las almacenaron hasta nueve meses antes de intentar crear clones a partir de ellas. Los procesos de liofilización destrozaron las células. No obstante, los científicos se dieron cuenta que aún podían crear blastocitos (embriones muy tempranos) si insertaban las células muertas en óvulos de ratón a los que se les había extraído su propio núcleo.
A partir de esos blastocitos, se desarrollaron células madre que se usaron para generar nuevos embriones. Y estos sí que se llevaron a término con éxito. Se crearon 75 ratones y se cruzaron 12 de ellos para comprobar que la fertilidad no se veía afectada. No lo estaba: todas las hembras tuvieron camadas de ratones.
Aún cuando el proceso resulta aún bastante impreciso y la tasa de éxito para crear crías de ratón macho y hembra sanas fue muy bajo (menos del 5% llegaron a buen puerto), hay una esperanza de ir afianzando esta técnica, que es mucho más barata.
Lo explica el profesor Teruhiko Wakayama, director del proyecto.
«Los recursos genéticos de todo el mundo se pueden almacenar de forma económica y segura. Los países en desarrollo podrían almacenar sus propios recursos genéticos valiosos en sus propios países. Además, esta tecnología puede usarse para crear hembras incluso en especies en peligro de extinción donde solo sobreviven los machos”.