¿Es posible para una agencia federal competir con los gigantes de Silicon Valley? ¿Cómo lograrlo? Estos parecen ser los mayores problemas que enfrenta la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos y que pretende resolver con CIA Labs, su brazo tecnológico que se acerca a cumplir su primer año de vida.
Aunque la CIA había sido históricamente un lugar desde el cual surgieron algunas de las principales innovaciones tecnológicas de Estados Unidos, a 74 años de su fundación ha perdido terreno frente a compañías como Facebook, Google o Microsoft.
Qué hace exactamente CIA Labs
CIA Labs no es el primer laboratorio tecnológico de Estados Unidos. De hecho, hay más de 300 reunidos en el Consorcio Federal de Laboratorios para la Transferencia de Tecnología (FLC), pero es el primero que opera bajo el alero del servicio de inteligencia más famoso del mundo.
El objetivo es impulsar avances científicos y tecnológicos en áreas como inteligencia artificial, biotecnología, computación cuántica, materiales de fabricación avanzados, tecnología de blockchain y realidad virtual, entre otros.
Aunque a poco menos de un año de su puesta en marcha –el 20 de septiembre de 2020– no se ha informado la concreción de ningún proyecto concreto, Dawn Meyerriecks, directora de Ciencia y Tecnología de la CIA, dijo que la entidad busca que Estados Unidos mantenga su ventaja competitiva en este ámbito.
“Algunas innovaciones fenomenales han surgido en la CIA a lo largo de los años, y con CIA Labs ahora estamos mejor posicionados para optimizar los desarrollos e invertir más en nuestros científicos y tecnólogos”, declaró en el lanzamiento de la plataforma.
¿Cuál será la aplicación concreta?
A menudo se dice que la CIA sabe todo sobre ti. Y es que uno de los mayores desafíos de los que CIA Labs pretende hacerse cargo es optimizar la enorme cantidad de datos que procesa y recopila la agencia, incluso antes de llegar al sistema central.
De esta manera, si esperabas que desde CIA Labs surgieran tecnologías como un lanzacohetes que se despliega desde un auto deportivo, al mejor estilo del Super Agente 86, probablemente la entidad no cumpla con tus expectativas.
Según John Lewis, subdirector de CIA Labs, más bien se trata de tecnología que permita apoyar el desarrollo de otros esfuerzos dentro de la agencia y de la comunidad de inteligencia. “Estamos viendo las tecnologías que, por ejemplo, ¿cómo hacen que ese dispositivo dure más con una mejor batería?”, aseguró Lewis.
El modelo del Mossad
En el papel, el trabajo de CIA Labs no ofrece nada muy distinto respecto de lo que hacen otros laboratorios tecnológicos.
Sin embargo, la idea de la agencia es promover el desarrollo de patentes y licencias de propiedad intelectual o pasantías. Para ello, los oficiales pueden patentar como propias las tecnologías en las que trabajen desde CIA Labs y cobrar 15 por ciento de las ganancias.
La CIA ya había dado sus primeros pasos al patrocinar la creación de In-Q-Tel, una firma de capital de riesgo que invierte en empresas que desarrollan tecnologías de vanguardia que puedan servir a los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos. In-Q-Tel respaldó a empresas como Keyhole, tecnología central que forma parte de Google Earth, por ejemplo.
El modelo de la CIA parece estar inspirado en el trabajo realizado por el Mossad, el servicio de espionaje israelí y que desde 2017 financia a empresas emergentes que desarrollen tecnología que pueda ser utilizada por la agencia.