Un equipo de científicos captó la primera imagen detallada de un núcleo galáctico activo, una estructura de polvo y gas que rodea un agujero negro supermasivo.
La observación fue lograda por científicos de la Universidad de Leiden en Países Bajos con el instrumento MATISSE de interferometría montado en el gran telescopio del desierto de Atacama, en Chile.
En un artículo publicado en la revista Nature, la autora líder del estudio, la astrónoma mexicana Violeta Gámez-Rosas, explica que las observaciones proporcionan la evidencia más clara de la teoría de los núcleos galácticos activos, que sostiene que desde esa región se emiten chorros de plasma y que constituyen uno de los objetos más brillantes del universo.
El núcleo observado pertenece a la galaxia NGC1068, también conocida como Messier 77, ubicada a unos 47 millones de años luz de la constelación de Cetus y que tiene un agujero negro supermasivo de varias masas solares.
Según la astrónoma, el agujero negro está cubierta por discos de gas y polvo, con temperaturas que varían entre los 0 y 1,200 grados Celsius. Las variantes en la temperatura del material permitieron a los expertos construir un mapa del núcleo galáctico y, con ello, determinar la ubicación del agujero negro al centro de Messier 77.
“Este hallazgo es un gran paso adelante en la comprensión del funcionamiento de los núcleos galácticos activos”, destacó Gámez-Rosas. Según la experta, las observaciones permitirán “comprender de mejor manera la historia de la Vía Láctea, cuyo agujero negro supermasivo en su centro pudo haber estado activo en el pasado”.
La imagen y los datos obtenidos permitirán a los expertos comprender cómo se organiza la materia alrededor del núcleo activo, cómo alimenta al agujero negro y cómo se organiza la nube de polvo en función de la energía liberada.