Un experimento se ha vuelto viral, se trata de la idea de un joven llamado Caleb Olson, que desarrolló un sistema de rayos láser para detectar la caca de su perro Corgi, y así poder recoger los desperdicios.
La idea además tiene otro antecedente, y es una inteligencia artificial creada por Olson que detectaba los lugares donde el perro iba a hacer sus necesidades, basado en la grabación con cámara del historial de rincones que utilizaba.
Cada vez que el modelo de IA detectaba una deposición, resaltaba el lugar en el patio trasero con un círculo rojo en la imagen en vivo de la cámara de seguridad, lo que facilitaba encontrar toda la caca después, pero no era tan fácil como podría ser.
La profesionalización del invento vino con la creación del sistema de láser verde brillante conectado a un brazo robótico. El sistema calcula la caca más cercana y proyecta un punto verde en el suelo frente a Olsen que lo guía físicamente hasta su ubicación. Cuando detecta otro gesto (Olsen agachándose para recoger la caca), el sistema pasa a la siguiente caca y luego a la siguiente, llevando lentamente a Olsen al desagradable trabajo de recoger los desperdicios de su amigo.