Varios medios señalan que diversos materiales radiactivos han desaparecido del lugar del desastre de Chernóbil, los cuales, según expertos, podrían usarse para fabricar una “bomba sucia”.
Se trataría de una temida arma de bricolaje que mezclaría materia nuclear con explosivos convencionales; de esa manera, daría origen a una bomba muy perversa para contaminar.
Un científico que trabaja para el Instituto de Problemas de Seguridad de las Plantas de Energía Nuclear (ISPNPP) de Ucrania, que pidió permanecer en el anonimato por razones de seguridad, confirmó a New Scientist que el material radiactivo probablemente fue robado de un laboratorio de monitoreo de radiación en la ciudad, en su mayoría abandonada, de Chernóbil.
El sitio fue saqueado a raíz de la invasión rusa del 24 de febrero, la cual obligó al personal del ISPNPP a alejarse de sus laboratorios y de la central eléctrica. Se dice que los ladrones tomaron muestras de isótopos radiactivos que normalmente se usan para calibrar instrumentos y de desechos radiactivos de los restos del desastre de 1986.
La pérdida de material radiactivo fue informada primero por la revista Science, y la fuente anónima que habló con New Scientist confirmó ese artículo, además de afirmar que es “exacto según la información disponible”.
Asimismo, Anatolii Nosovskyi, director del ISPNPP, dijo a Science que había perdido el contacto con otro laboratorio cercano que había albergado “fuentes poderosas de radiación gamma y de neutrones”, lo que significa que “se desconoce el destino de estas fuentes”.
Esto se vuelve peor si se considera el peligro y la incertidumbre que implica un conflicto armado entre dos potencias nucleares.
Además de la posibilidad remota pero aterradora de un ataque nuclear derivado del conflicto, las plantas de energía nuclear de Ucrania se han convertido en un punto crítico, y los expertos dicen que Rusia cortó la energía en el lugar del desastre de Chernóbil e incluso impidió los esfuerzos para combatir los incendios cerca de él.
Y en un sentido más amplio, el drama para los científicos muestra el peligro de un mundo con más y más material nuclear, del cual gran parte se desconoce.
Miles de otros sitios en Ucrania tienen materiales radiactivos; la mayoría está bajo la atenta mirada del regulador nuclear del país. “Hay un gran esfuerzo continuo para asegurar el material”, dijo Peter Martin, físico nuclear de la Universidad de Bristol que colabora con científicos en Chernóbil. Eso significa que, cuando sea posible, planean mover las fuentes a bóvedas y repositorios.
Pero por otro lado, el experto en seguridad nuclear Vitaly Fedchenko, del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo, señaló que Ucrania —al igual que otras partes de la antigua Unión Soviética— no ha realizado un seguimiento de todo el legado nuclear de la URSS. “Hay muchas fuentes radiactivas que no están en el radar de nadie. Incluso el radar de Ucrania”, dijo.
Ahora, de manera contraria a las alertas de los científicos, Bruno Merk, de la Universidad de Liverpool, en Reino Unido, dijo a New Scientist que no hay motivo de preocupación por el material robado, ya que no era del tipo correcto para crear un arma nuclear.
Por lo general, se necesita plutonio o uranio para tal bomba, pero este material no contiene ninguno, de acuerdo con Merk. Él dice que las cantidades probablemente pequeñas de material tendrían un uso muy limitado en la construcción de una bomba sucia.
Cualquier elemento que pueda encontrarse en los laboratorios y oficinas alrededor de Chernóbil no sería más peligroso que los materiales utilizados en equipos médicos o en obras de construcción, comentó Merk.
“Hay muchas fuentes radiactivas en todo el mundo. Si alguien quiere tener en sus manos esto, hay una manera más fácil”, afirmó. “Estas fuentes radiactivas las puedes robar en todos los hospitales. Siempre habría sido posible que alguien se colara y robara algo. No veo que el riesgo sea mayor que antes de que los rusos invadieran”, agregó.