El plástico en los océanos constituye una grave amenaza para las distintas especies de aves marinas que habitan estos ecosistemas.
Todo indica que este problema ambiental seguirá empeorando.
Un reciente estudio encargado por The Pew Charitable Trusts señala que la cantidad de este material en el océano podría triplicarse para 2040 si no se toman las medidas adecuadas.
El mismo informa asegura que el plástico puede permanecer en el océano durante cientos de años y es probable que nunca se biodegrade.
Actualmente, varios estudios intentan determinar de qué forma el plástico impacta en las distintas especies.
Se sabe que, por ejemplo, las aves marinas lo consumen, quedan atrapados en él y también lo utilizan para construir sus nidos.
¿Hay selección?
Un estudio del Núcleo Milenio de Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas (ESMOI) intentó esclarecer si existen patrones o selección en la ingesta de plástico por parte de las aves marinas o si ellas eligen determinados plásticos para la fabricación de nidos y la alimentación de polluelos.
Una hipótesis inicial sugería que sí los seleccionaban, especialmente porque las especies que buscan alimento en la superficie o las que bucean para conseguir comida presentaban plásticos con características similares.
Sin embargo, los investigadores concluyeron que por lo menos para el consumo de plástico no habría selección por parte de las especies.
«Nuestra conclusión es que para la ingesta no existe selectividad y comen el plástico que pillan», explica la investigadora Valeria Hidalgo-Ruz para el diario chileno La Tercera.
No obstante, la selectividad se podría dar al momento de escoger plásticos para la construcción de nidos, ya que los autores identificaron ciertas tendencias en las preferencias de este material, que iban hacia los colores fuertes.
«Había un patrón hacia colores más cálidos, como un rojo anaranjado o un azul rojizo. Ahí sí que vimos selectividad», agrega Hidalgo-Ruz.
Para los autores, los resultados de su estudio demostraron que los plásticos ya se encuentran en los distintos niveles del ecosistema oceánico e impacta directamente en la vida de las especies marinas.
Esto reafirma la necesidad de adoptar medidas más comprometidas para frenar la grave contaminación por este material en los océanos del planeta.