En Estados Unidos ha habido un aumento alarmante de casos de COVID-19 entre niños. Según la Academia Estadounidense de Pediatría, hacia finales de julio se contabilizaron 71,726 casos.
De acuerdo con la organización, este aumento representa cinco veces lo que ocurría durante el cierre de junio de 2021. Y en total, 19 por ciento de los nuevos casos de COVID-19 registrados en todo el país fueron de menores de edad.
Los números en Estados Unidos dan pie a varias lecturas. Si se toma en cuenta que gran parte de la población ya cuenta con sus dosis de la vacuna, el ascenso en el número de contagiados puede tener relación con Delta, que se transmite con mayor facilidad que otras variantes del coronavirus.
Pese a lo anterior, los datos también indican que los síntomas de la enfermedad resultan mucho menos graves en los menores de 17 años. Del total de personas que han tenido que internarse en un centro hospitalario desde el inicio de la pandemia en Estados Unidos, los niños representan apenas entre un 1.3 y 3.5 por ciento de las hospitalizaciones.
Los estados de Texas y Florida son los que tienen las situaciones más complicadas en cuanto a contagios y hospitalizaciones pediátricas.
Desde la Casa Blanca, el Gobierno de Joe Biden presiona para que se apruebe un plan de vacunación para todos los mayores de 12 años, para así poder iniciar las clases de forma presencial durante las próximas semanas.
Los números oficiales indican que solo 30 por ciento de niños y adolescentes de entre 12 y 17 años de edad han sido vacunados, por lo que el plan cobra urgencia ya que pronto serán decenas de millones los estudiantes que vuelvan a las escuelas y los colegios de educación secundaria.