De acuerdo con una investigación publicada esta semana, los restos fósiles de un dinosaurio hallado en Argentina, en 2012, podrían ser de un tamaño mayor al del Patagotitan mayorum, conocido hasta ahora como el dinosaurio más grande del mundo.
Los restos corresponden a un saurópodo de 98 millones de años de antigüedad y superan en dimensión entre un 10 y un 20 por ciento a los del Patagotitan mayorum, que pesaba cerca de unas 70 toneladas, medía 40 metros de longitud y poseía un cuello muy largo, de acuerdo con Alejandro Otero, investigador de la División de Paleontología de Vertebrados del museo de La Plata.
“Lo que se encontró hasta ahora son las primeras 24 vértebras de la cola, elementos de la cintura pélvica, de la cintura pectoral y los restos continúan bajo la roca, por lo que continuaremos con su rescate en futuras campañas”, señaló el científico.
Si bien el dinosaurio fue encontrado en 2012, las excavaciones comenzaron en 2015. Los investigadores también creen que aún restan varios años para poder desenterrarlo completo.
“El ejemplar está buenísimo porque está prácticamente articulado y tenemos más de la mitad de la cola, muchos huesos de la cadera y, evidentemente, sigue para adentro de la roca, así que vamos a tener algunos años más de excavaciones”, explicó el paleontólogo José Luis Carballido.
Así, la singularidad de este hallazgo y la relevancia que podría tener entusiasman a los investigadores.
“Sospechamos que el ejemplar podría estar completo o casi completo. Todo dependerá de cómo continúen las excavaciones. Pero más allá de si es más grande o no, que aparezca un dinosaurio articulado y de estas dimensiones es algo muy novedoso”, agrega Alberto Garrido, director del Museo de Ciencias Naturales de Zapala, en la provincia de Neuquén.
El descubrimiento de este dinosaurio se realizó gracias al trabajo en conjunto de las universidades argentinas de Comahue y de Río Negro, el Museo Egidio Feruglio, además de investigadores del Museo de La Plata y de la Universidad de Zaragoza, en España.
Los resultados de esta investigación han sido publicados en la revista Cretaceous Research.