La historia es como la que se esperaría leer en un diario sensacionalista, pero ocurrió en un país de primer mundo, uno que de hecho es una de las primeras potencias globales: Alemania. Ahí, la policía tuvo que detener una campaña de vacunación ilegal contra el coronavirus en la que se vio involucrado el millonario médico alemán Winfried Stöcker quien, dicho sea de paso, también es simpatizante de la ultraderecha germana.
Fue el domingo 28 de noviembre cuando la Policía Federal detuvo una campaña de vacunación ilegal en el aeropuerto de Lübeck, al norte del país. Esta tuvo que intervenir luego de que, sin la autorización de las autoridades sanitarias, se anunciara una campaña de vacunación en el aeropuerto propiedad del empresario. La inmunización no tenía autorización sanitaria porque el fármaco en cuestión era una vacuna fabricada por el mismo Winfried Stöcker.
Cuando la policía llegó había unas 100 personas a la espera de ser vacunadas, mientras que otras 50 ya reposaban tras su inmunización.
Stöcker es un polémico empresario alemán, entre otras cosas porque en 2015 inició una campaña política para derrocar a la saliente canciller Angela Merkel. El médico también ha estado en el ojo del huracán por sus campañas en contra de la política de asilo a migrantes.
A inicios de 2021, Stöcker anunció que trabajaba en una vacuna contra el SARS-CoV-2. A diferencia de las que han sido autorizadas por la Organización Mundial de la Salud y que utilizan ARN mensajero (Pfizer, Moderna y Sputnik V), la desarrollada por Stöcker utiliza antígeno recombinante, es decir, introduce al organismo una pequeña parte del virus para provocar una respuesta inmune.
Stöcker, revela el portal I fucking love science, envió al Instituto Federal Alemán de Vacunas y Biomedecinas la documentación para solicitar la autorización de la vacuna, pero fue rechazada. “Me demandaron fríamente”, dijo Stöcker sobre su vacuna para la cual realizó ensayos clínicos en cinco personas.