Los humanos modernos llevan en su organismo material genético de un antiguo y desconocido pariente, reveló una investigación de la Universidad de Cornell y el Laboratorio Cold Spring Harbor.
“Los nuevos hallazgos confirman casos previamente reportados de flujo de genes entre humanos antiguos y sus parientes, y también apuntan a nuevos casos de cruzamiento. Dado la cantidad de dichos eventos, los expertos creen que el intercambio genético fue probable incluso cuando entre dos grupos superpuestos en el tiempo y el espacio”, informó ScienceDaily.
Las conclusiones las arrojó la aplicación de un nuevo algoritmo que permitió secuenciar de dos neandertales, dos humanos africanos y un grupo antiguo menos conocido, los denisovanos. Gracias a la herramienta, se pudieron identificar pequeños restos de genes que fueron traspasados entre individuos hace cientos de miles de años.
“Este algoritmo también puede ser útil para estudiar el flujo de genes en otras especies donde se produjo el cruzamiento, como lobos y perros”, añadió la misma versión.
En concreto, se encontró evidencia de que el 3 por ciento del genoma neandertal provenía de humanos antiguos, en el cruzamiento que ocurrió entre 200,000 y 300,000 años atrás.
Según la fuente, “además, el 1 por ciento del genoma denisovano probablemente venía de un pariente desconocido y más distante, posiblemente el Homo erectus, y aproximadamente el 15 por ciento de ese material superarcaico pudo haberse transmitido a humanos que viven hoy”.
Otro dato interesante es que el algoritmo, desarrollado por Melissa Hubisz y bautizado ARGweaver-D, también puede ser útil para estudiar el flujo de genes en otras especies que produjo el cruzamiento, como en lobos y perros.
«Lo emocionante de este trabajo es que demuestra que se puede aprender sobre la historia humana profunda al reconstruir conjuntamente la historia evolutiva completa de una colección de secuencias de humanos modernos y homínidos arcaicos», complementó Adam Siepel, uno de los autores del estudio que publicó PLOS Genetics.
Según el especialista del Laboratorio Cold Spring Harbor, “este nuevo algoritmo puede retroceder más en el tiempo que cualquier otro método computacional que haya visto. Parece ser especialmente poderoso para detectar introgresión antigua».