Alfombras, tejidos, ropas de cama, colchones y almohadas son algunos de los lugares favoritos de los ácaros, esta subespecie de arácnido que se alimenta de materia orgánica o células muertas del cuerpo.
Su presencia es importante, ya que ayudan a mejorar el ecosistema y a mantener un equilibrio adecuado en la naturaleza.
El primer estudio mundial sobre la biodiversidad de los ácaros, fue realizado por el Dr. Greg Sullivan de la Universidad de Queensland en Australia y su colega el Dr. Sebahat K. Ozman-Sullivan, que recopilaron datos que mostraban la extinción en curso de un número alarmante de ellos, en una tasa de mil veces su muerte habitual.
“Los ácaros son fundamentales para los ecosistemas de todo el planeta; algunos proporcionan servicios ecosistémicos esenciales, como la incorporación de materia orgánica al suelo”, dijo el Dr. Sullivan.
El mismo investigador agrega que, “estos servicios sustentan la supervivencia de innumerables especies y actúan como un sustituto de la salud ambiental. Sin embargo, el humilde ácaro está en problemas, ya que se supone que la mayoría de las especies de ácaros se encuentran en las selvas tropicales, donde el 50 por ciento ha sido destruido o severamente degradado. Y según las estimaciones de la pérdida total de biodiversidad, es probable que alrededor del 15 por ciento de las especies de ácaros se hayan extinguido para el año 2000. Actualmente se espera que las pérdidas aumenten entre un 0,6% y un 6% para 2060″.
Los investigadores plantean que la supervivencia de estos arácnidos es esencial para mantener la diversidad del planeta.
El doctor Greg Sullivan manifestó que, «necesitamos una rápida implementación global de tecnologías que disminuyan las emisiones de gases de efecto invernadero y aumenten el secuestro de carbono, incluida la regeneración generalizada de bosques degradados con especies locales. Esto, junto con un acuerdo internacional sobre el clima ejecutado de manera efectiva, desempeñará un papel fundamental en la determinación del destino de una proporción sustancial de la biodiversidad global restante, incluido el pequeño, pero poderoso, ácaro».