Twitter expande su política de privacidad hacia el uso de imágenes y videos, que no podrán contener información privada o sensible. Tampoco se podrán publicar imágenes de terceros sin la autorización de estos.
En el blog de Twitter explican que a partir de ahora no se podrán compartir imágenes o videos que muestren información geográfica: direcciones de un domicilio, coordenadas de GPS o “cualquier información que identifique a un lugar y que se considere privada”.
Las imágenes tampoco podrán tener documentos de identidad, información biométrica, registros médicos, datos de contacto como números de teléfono o correos electrónicos, números de tarjetas de crédito o información financiera en general.
En el caso de las imágenes de personas, habrá algunas excepciones cuando se trate de figuras públicas, siempre y cuando el texto que acompañe el tuit “sea de interés público o agregue algo de valor”. Por el contrario, cuando el objetivo de las imágenes o videos que se publiquen no sea otro que el de acosar o abusar de algún individuo, la plataforma se reserva el derecho de eliminar el contenido, esconderlo o incluso bloquear la cuenta que lo publica.
“Siempre trataremos de evaluar el contexto bajo el cual se comparte el contenido”, asegura Twitter. Por ende, habrá ocasiones en las que no se eliminará la publicación ni habrá ningún tipo de sanción, sobre todo cuando esta sea “relevante para la comunidad” o cuando se extraiga de algún otro medio, como pueden ser pantallazos de un canal de televisión, una imagen de un diario o algo por el estilo.
Como ya es costumbre, el tiempo dirá si este tipo de políticas son efectivas para reducir la toxicidad en redes sociales. Twitter ha hecho esfuerzos en ese ámbito en fechas recientes, aunque nunca parecen ser suficientes para eliminar de una vez por todas a los troles.