Pavel Durov, fundador de Telegram junto con su hermano Nikolai en 2013, aseguró que defenderá “pase lo que pase” a los usuarios de la aplicación de mensajería. El emprendedor de nacionalidad rusa también señaló que el derecho a la privacidad “es sagrado”.
En sus redes sociales, el también director general de la firma indicó que “ahora, más que nunca” el resguardo de los datos personales es fundamental, a propósito de la invasión ordenada por Moscú a Ucrania.
“Algunas personas se preguntan si Telegram es, de alguna manera, menos seguro para los ucranianos, porque una vez viví en Rusia. Permítanme contarles cómo terminó mi carrera en Rusia”, comenzó a relatar.
Según recordó, en 2013 era director general de VK, que calificó como “la mayor red social en Rusia y Ucrania”. En ese tiempo, el Servicio Federal de Seguridad (FSB), es decir, la actual KGB, “me exigió que les proporcionara los datos privados de los usuarios ucranianos de VK que protestaban contra un presidente prorruso”, en alusión al hoy prófugo Viktor Yanukovich.
“Me negué a cumplir estas exigencias, porque habría supuesto una traición a nuestros usuarios ucranianos. Después de eso, me despidieron de la empresa que fundé y me vi obligado a abandonar Rusia. Perdí mi empresa y mi casa, pero volvería a hacerlo, sin dudarlo”, continuó.
El fundador de Telegram aseveró que hoy “sonrío con orgullo cuando leo mi post en VK de abril de 2014, que muestra las órdenes escaneadas del FSB y mi respuesta característica a ellas: un perro con capucha”.
Durov afirmó que desafiar las demandas de los agentes de la inteligencia de Rusia implicó poner “mucho en juego”, pues residía en dicho país, y tanto su equipo de colaboradores como su otrora empresa estaban en ese territorio.
“Han pasado muchos años desde entonces. Muchas cosas han cambiado: ya no vivo en Rusia, ya no tengo empresas ni empleados allí. Pero una cosa sigue siendo la misma: defiendo a nuestros usuarios pase lo que pase. Su derecho a la privacidad es sagrado. Ahora, más que nunca”, finalizó.