¿Eres uno de los 1.5 billones de usuarios de Facebook ? ¿Te sientes frustrado después de pasar un tiempo poniéndote al día con las vidas de los demás?
Un estudio realizado a 1193 usuarios de Facebook, dirigido por Izak Benbasat – profesor en la Escuela de Negocios de Sauder, Universidad de British Columbia – en conjunto con la universidades de Darmstadt y la Humboldt de Berlín han llegado a la conclusión que el uso de la red social Facebook puede llevar a la frustración y la infelicidad en la vida de sus usuarios, al mismo tiempo que fomenta la envidia.
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La envidia está detrás de muchos de los mensajes publicados Facebook, lo que contribuye a una «disminución en el bienestar mental entre los usuarios» y la vinculación de la infelicidad con la plataforma. Los usuarios sienten que sus vidas no son interesantes después de ver fotos y mensajes de sus amigos y familiares, e inadvertidamente establecen un ciclo de celos. El resultado es «la creación de mensajes que tratan de mostrar lo mejor de sí mismos».
Es un «círculo vicioso» virtual que consiste mostrar las mejores fotos y comentarios. Aunque originalmente la intención no es hacer celosos a sus amigos y familiares, tratan de exponer sus vidas de una manera que a veces no es la realidad, lo que causa la misma reacción en cadena.
Muchos de ellos admiten estar solos y, los hacen sentir envidia ante las noticias y fotos positivas de sus amigos en la famosa red social. Los más afectados son normalmente los usuarios pasivos, que no interactúan o publican información pero sí siguen los últimos acontecimientos de sus amigos.
Eric Udorie, columnista de The Guardian señala, «los estándares inalcanzables y la presión social de mirar y ser perfecta en las plataformas de medios sociales como Facebook, SNAPCHAT e Instagram, son cada vez más perjudiciales para la salud mental de los adolescentes».
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A pesar de confrontar estas realidades, es importante que las personas estén consientes del tipo de impacto. Tal como Benbasat menciona, «Los padres y los profesores deben tener en cuenta que los jóvenes pueden ser particularmente vulnerables a la cara oculta de los medios de comunicación social».