A pesar de que está prohibido hacer volar drones cerca a cualquier aeropuerto, es naturaleza humana desobedecer las reglas, aun cuando las consecuencias pueden ser mortales para muchos.
El domingo pasado, CNN reportó que un Airbus A320 de British Airways habría colisionado con un dron cuando estaba aterrizando.
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El avión estaba llegando al aeropuerto Heathrow de Londres desde Ginebra, Suiza. Michael Johnson, vocero de British Airways informó que el avión transportaba a 132 pasajeros y 5 miembros de la tripulación.
El piloto le informó a la Policía Metropolitana de Londres que pensó que había colisionado con un dron durante el periodo de aterrizaje, alrededor de las 12:50 p.m., hora local.
Una vez que el avión estaba a salvo, fue inspeccionado por las autoridades competentes, quienes afirmaron que lo más probable fuera que un dron hubiera hecho parte del incidente.
Los ingenieros revisaron el avión y dieron el visto bueno para que siguiera cumpliendo sus funciones.
Esta sería la primera vez que se registra un accidente entre un dron y un avión comercial.
Al igual que la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA), las Autoridades Civiles de Aviación del Reino Unido (CAA) tienen reglas para limitar el uso de los drones, particularmente cuando se trata de una ruta aérea.
Los drones no tienen permitido volar cerca a los aeropuertos o a ninguna aeronave, sin importar el lugar. La CAA también exige que los drones no vuelen por encima de los 400 pies de altura y que los dueños los tengan siempre a la vista.
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Entre el 2013 y 2015, los expertos revisaron 921 casos en los cuales aeronaves y drones estaban involucrados. En un tercio de esos casos, estuvieron a menos de 500 pies el uno del otro.
“Nuestra investigación indica que los incidentes usualmente ocurren en áreas donde la intensidad de rutas aéreas es alta, y donde está prohibido el uso de drones”, afirma el equipo.
No sobra decir que estas situaciones son muy peligrosas tanto para las personas que están volando en los aviones, como también lo son para aquellos que están en sus quehaceres diarios, debajo de las rutas aéreas.
Un dron puede dañar los motores, las alas o cualquier otro elemento crucial de una aeronave, comprometiendo la estabilidad del aparato.