No solo es más transmisible, la variante brasileña del SARS-CoV-2 también tiene más probabilidades de eludir los anticuerpos generados por otras cepas del virus responsable del COVID-19.
Así lo reveló un informe de investigadores del Centro Brasil-Reino Unido para el Descubrimiento, Diagnóstico, Genómica y Epidemiología de Arbovirus (Cadde) que han monitoreado la evolución de P.1, como se denomina el linaje detectado en noviembre de 2020 en Manaos, Brasil.
Mediante un análisis de reloj molecular de la cepa, el equipo identificó 17 mutaciones, incluidas tres (K417T, E484K y N501Y) en la proteína de pico, que le permite adherirse a las células del cuerpo humano.
Gracias a un modelo dinámico de dos categorías, los investigadores estimaron que la P.1 puede ser entre 1.4 y 2.2 veces más transmisible que el virus original.
Pero lo más preocupante es que tendría entre 25 y 61 por ciento más probabilidades de eludir los anticuerpos y la inmunidad desarrollados por un contagio previo con otra cepa del SARS-CoV-2.
“La nueva cepa es más transmisible y puede infectar incluso a quienes ya tienen anticuerpos contra el nuevo coronavirus. Esto es lo que pasó en Manaos”, explicó Esther Sabino, de la Universidad de Sao Paulo.
La vigilancia genómica global mejorada de las variantes, que pueden tener una mayor transmisibilidad o evasión a la inmunidad, es fundamental para acelerar la respuesta a la pandemia, dicen los autores.
El grupo, integrado por investigadores de la Universidad de Sao Paulo y de la Universidad de Oxford, de Reino Unido, realizó un análisis genómico de 184 muestras de pacientes diagnosticados con COVID-19 en entre noviembre de 2020 y enero de 2021.