Al estar basadas en formas modificadas del virus del resfrío común, las primeras vacunas contra el COVID-19 aprobadas por Rusia y China podrían tener una baja efectividad.
Así lo han planteado expertos consultados por la agencia Reuters sobre los antídotos desarrollados por el Instituto Gamaleya de Moscú y la farmacéutica CanSino Biologics, basados en el adenovirus tipo 5 o Ad5.
“El Ad5 me preocupa solo porque mucha gente tiene inmunidad. No estoy seguro de cuál es la estrategia… tal vez no tenga 70 por ciento de eficacia. Podría tener 40 por ciento de eficacia, y eso es mejor que nada, hasta que aparezca algo más», comentó la investigadora Anna Durbin, de la Universidad Johns Hopkins.
Según la versión, ninguna de las vacunas basadas en Ad5 elaboradas durante las últimas décadas es especialmente popular. “Emplean virus inofensivos como ‘vectores’ para transportar genes del virus objetivo, en este caso el nuevo coronavirus, a las células humanas, lo que provoca una respuesta inmune para combatir el virus real”, explicó.
Para Reuters, es muy posible que las publicitadas fórmulas de Rusia y China estimulen al sistema inmunológico a atacar al vector en vez de hacerlo contra el SARS-CoV-2, dado que muchas personas ya tienen anticuerpos contra el Ad5.
“Varios investigadores han elegido adenovirus o mecanismos de administración alternativos. La Universidad de Oxford y AstraZeneca basaron su vacuna contra el COVID-19 en un adenovirus de chimpancé, evitando el problema del Ad5. El candidato de Johnson & Johnson usa Ad26, una cepa relativamente rara”, añadió.
Por su parte, el especialista de la Universidad McMaster de Canadá Zhou Xing señaló que el Ad5 puede funcionar, pero solo si se administra a través de un inhalador. Además, piensa que el adenovirus pueda causar fiebre.
Así lo expuso Hildegund Ertl, del Centro de Vacunas del Instituto Wistar en Filadelfia: «Creo que obtendrán una buena inmunidad en las personas que no tienen anticuerpos contra la vacuna, pero muchas personas ya los tienen».
Los especialistas recordaron a la agencia británica que alrededor del 40 por ciento de los habitantes de China y Estados Unidos tienen niveles altos de anticuerpos por exposición previa al Ad5.
Por otro lado, las altas dosis de Ad5 podría también acarrear un crítico efecto secundario: aumentar las posibilidades de contraer el VIH.
«Me preocuparía que el uso de esas vacunas en cualquier país o cualquier población que esté en riesgo de contraer el VIH», afirmó Larry Corey, de la Red Vacuna para la Prevención del Coronavirus de Estados Unidos.