Las enfermedades relacionadas con el deterioro cognitivo son una de las asignaturas pendientes de la ciencia, tanto por el escaso conocimiento sobre sus causas como por los tratamientos o vacunas para prevenirlas. Sin embargo, esta semana hubo buenas noticias relacionadas con una de las más recurrentes entre la población: el alzhéimer.
El Hospital Brigham and Women’s de Massachusett anunció que muy pronto dará comienzo su primer ensayo clínico para conseguir una vacuna nasal contra este tipo de demencia, la cual podrá prevenir o retrasar su aparición.
De acuerdo con el comunicado del hospital, inicialmente el ensayo será limitado y con solo 16 personas de entre 60 y 85 años con síntomas del mal de Alzheimer, quienes recibirán dos dosis de la vacuna con una semana de diferencia.
Han sido décadas de investigación las que sugieren que estimular el sistema inmunológico podría ayudar de alguna manera a eliminar las placas de beta-amiloide en el cerebro. La acumulación de este péptido de 36 a 43 aminoácidos que se sintetiza a partir de la proteína precursora amiloidea se asocia al desarrollo de la enfermedad.
Las placas de beta-amiloide se adhieren al cerebro, lo que provoca la alteración de la capacidad de la persona para pensar o recordar información. Por ello, la vacuna nasal rociará un medicamento llamado Protollin directamente en el conducto nasal, fármaco que activará las células inmunitarias para que estas trabajen en eliminar la placa.
Según datos recientes, hasta 5.8 millones de estadounidenses viven con la enfermedad de Alzheimer, una de las principales causas de muerte entre los adultos estadounidenses: casi 122,000 personas fallecieron en el país a causa de esta enfermedad en 2019.