Salas de cine, restaurantes y otros recintos públicos comienzan a abrir poco a poco alrededor del mundo luego de permanecer cerrados durante el último año.
Para lograr esto, las vacunas que se administran para combatir la pandemia de coronavirus han resultado determinantes.
De hecho, los distintos países entregan certificados digitales que permiten a las personas acreditar que ya se están inoculados.
El problema es que muchos dependen de los smartphones para exhibirlos y, en algunos casos, las personas pueden quedarse sin batería o sufrir otro tipo de imprevistos.
Con estos inconvenientes en mente, un artista italiano decidió tatuarse un código QR que remite al certificado oficial que entrega la Unión Europea.
En realidad, este joven italiano no se ha tatuado el código original, sino que lo que hay en su piel es una suerte de representación que enlaza con el certificado oficial, que es mucho más grande y complejo de plasmar en la piel de una persona.
Pero eso apenas es un detalle, ya que el tatuaje es funcional, es decir, si es escaneado mostrará el sitio o archivo donde se encuentra alojado el certificado de este tatuador, y con eso puede entrar a cualquier recinto que así lo disponga.
La medida puede resultar útil, ya que este joven no necesitará portar el certificado a todos los lugares donde va, pues basta con que solo exhiba su tatuaje.
El problema es que parece un poco radical, pues este tatuaje lo acompañará por siempre, incluso luego de que acabe la pandemia.