Las personas que experimentan grandes caídas en los niveles de azúcar en la sangre varias horas después de comer, sienten más hambre y consumen cientos de calorías extra durante el día.
Así lo reveló un estudio publicado en Nature Metabolism realizado por Predict, un programa de investigación nutricional que analiza las respuestas a los alimentos en entornos de la vida real.
La investigación descubrió por qué algunas personas luchan por perder peso, incluso con dietas controladas en calorías, y reveló la importancia de comprender el metabolismo individual.
Dos semanas de seguimiento
Durante dos semanas, el equipo recopiló datos sobre las respuestas del azúcar en la sangre y otros marcadores de salud de 1,070 personas , después consumir desayunos estandarizados y comidas libres.
Los desayunos estándar contenían la misma cantidad de calorías, pero su composición variaba en términos de carbohidratos, proteínas, grasas y fibra.
Los participantes realizaron una prueba de respuesta del azúcar en la sangre en ayunas (prueba de tolerancia oral a la glucosa) para medir qué tan bien su cuerpo procesaba el azúcar.
Otros estudios que habían analizado el azúcar en la sangre después de comer se centraban en la forma en que los niveles suben y bajan en las primeras dos horas después de una comida, lo que se conoce como pico glucémico.
Sin embargo, después de analizar los datos, los investigadores de Predict notaron que algunas personas experimentaron “caídas de azúcar” significativas entre dos a cuatro horas después del pico inicial.
La clave: escoger bien los alimentos
Según los investigadores, las personas con grandes caídas en sus niveles de azúcar tuvieron un aumento de 9 por ciento en el hambre y esperaron alrededor de media hora menos en promedio antes de su próxima comida, en comparación con los del grupo que tuvo descensos menores.
Además, consumieron 75 calorías más en las 3 y 4 horas posteriores al desayuno, y alrededor de 312 calorías extra durante todo el día. Este patrón podría convertirse en 9 kilos (20 libras) de aumento de peso durante un año.
“Hemos demostrado que las caídas de azúcar son un mejor predictor de hambre y posterior ingesta de calorías que la respuesta inicial del pico glucémico en la sangre después de comer”, explicó Sarah Berry, del King’s College de Londres.
Ana Valdés, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nottingham, explicó que “muchas personas luchan por perder peso y no recuperarlo, y solo unos cientos de calorías adicionales cada día pueden sumar varios kilos aumento de peso durante un año”.
Elegir alimentos que funcionen junto con su biología podría ayudar a las personas a sentirse más llenas durante más tiempo y a comer menos en general.
“Nuestro descubrimiento de que el tamaño de la caída de azúcar después de comer tiene un impacto tan grande en el hambre y el apetito tiene un gran potencial para ayudar a las personas a comprender y controlar su peso y su salud a largo plazo”, sostuvo.
El programa Predict es impulsado por el General Hospital de Massachusetts (Estados Unidos) y las universidades británicas de King’s College London, Nottingham y Leeds, la estadounidense de Harvard y la sueca de Lund, además de la compañía de la salud ZOE.