Francia detectó una posible nueva variante del virus SARS-CoV-2 en una docena de pacientes del sur de la nación que habían estado en contacto con una persona que provenía de Camerún.
Por ahora, esta nueva mutación recibe el nombre de IHU, ya que fue descubierta en el Instituto Hospitalario Universitario Méditerrannée (IHU), en Marsella. También es conocida como B.1.640.2.
Según los primeros análisis, esta variante tiene 46 mutaciones y 37 deleciones, que dieron como resultado 30 sustituciones de aminoácidos y 12 deleciones.
Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) mencionan que comenzaron a “vigilar” esta posible nueva mutación proveniente de Francia, que por ahora se encuentra “bajo supervisión”, según lo señalado por el organismo internacional.
“Esta variante representa menos de 1 por ciento de las muestras en Francia. Hay dos subvariantes: la B.1.640.1 y la B.1.640.2, y es importante que las sigamos, por la cantidad de mutaciones con las que cuenta, pero no está circulando muy activamente”, explicó María Van Kerkhove, epidemióloga líder de la OMS.
Una opinión similar tiene Kate O’Brien, directora del Departamento de Inmunización de la OMS, quien afirma que la variante es una “mutación menos activa que todavía está siendo evaluada”.
“Quizá está aumentando su prevalencia. Contamos con pruebas específicas de la misma, pero está pendiente de un análisis más profundo”, señaló la experta.
Por último, la doctora María Van Kerkhove hizo un llamado a la calma y volvió a destacar el rol que cumplen las vacunas en la contención de la enfermedad. “Las vacunas actuales contra el COVID-19 funcionan para todas las variantes activas”, explicó.