México es uno de los siete países que fabrican ultracongeladores, los frigoríficos necesarios para almacenar y transportar la vacuna de Pfizer y BioNTech contra la COVID-19, que comenzará a aplicarse en Estados Unidos a mediados de diciembre.
De acuerdo con información del diario mexicano Milenio, la nación azteca forma junto con Brasil, China, Estados Unidos, India, Italia y Suecia, la lista de los siete países que desarrollan estos aparatos, capaces de mantener una temperatura de hasta menos -158º F (-70º C), la necesaria para mantener útil la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech contra la COVID-19.
Estos frigoríficos se usan principalmente en tareas médicas o de investigación, y de acuerdo con Isaac del Carrillo, gerente de Delca Científica -empresa que fabrica ultracongeladores en Tijuana, en la frontera norte entre México y Estados Unidos-, son útiles para transportar plasma, células, tejidos y, ahora, la vacuna contra la COVID-19.
“Un ultracongelador es un gabinete que está aislado en sus paredes y en la parte de abajo. Cuenta con dos compresores y lo importante es que alcanza temperaturas de hasta -302º F (-150º C)”, dijo Carrillo a Milenio.
Un ultracongelador de tamaño mediano, de alrededor de 2 metros de largo, tiene capacidad para almacenar poco más de 187 mil dosis de la vacuna de Pfizer y BioNTech.
La vacuna busca ser autorizada de emergencia por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) el próximo 12 de diciembre. De aprobarse, su aplicación en Estados Unidos comenzaría a mediados del mismo mes.
La vacuna de Pfizer y BioNTech se aplica en dos dosis y logra una eficacia de hasta el 95 por ciento, y de acuerdo con un análisis realizado por la FDA, no se identificaron efectos secundarios graves que impidan su aprobación.
Sin embargo, la distribución de la vacuna de Pfizer y BioNTech requiere de una red de frío por debajo de los -150º F debido a la tecnología empleada por el fármaco, que trabaja con ARN mensajero (ARNm).
El ARNm está basado en genes sintéticos que se pueden generar y fabricar en pocas semanas, lo que beneficia la producción a gran escala. No obstante, para mantenerlo útil se requieren temperaturas más bajas que las vacunas tradicionales, fabricadas con virus atenuados.
El manejo complejo de esta vacuna puede solucionarse con los ultracongeladores portátiles que se fabrican en México.