Con múltiples rebrotes en distintos países y con las vacunas aún en fase de desarrollo, el control de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2, el virus que genera el COVID-19, se ha transformado en un desafío de largo plazo.
Sin embargo, un virólogo español tiene una particular propuesta: domar al coronavirus, haciéndolo que mute, hasta finalmente matarlo.
“Los virus mutan continuamente y usan las mutaciones para adaptarse, para continuar multiplicándose, para pasar de una persona a otra, para sobrevivir”, explicó el bioquímico Esteban Domingo, en entrevista con el diario argentino Clarín.
El especialista agregó que “si uno lo ‘mutageniza’, es decir, lo hace mutar hasta la letalidad, se vuelve inofensivo”.
Domingo lleva más de cuatro décadas estudiando el comportamiento de los virus y en 2020 fue nombrado miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
La mutagénesis letal del SARS-CoV-2
El investigador asegura que las mutaciones necesarias para la adaptación de un virus tienen un límite. Cuando se alcanza el máximo, en lugar de adaptarlo, las mutaciones lo intoxican.
“Ese concepto de hacer deteriorar al virus por un exceso de mutaciones, que se logra introduciendo sustancias en su material genético, es la base de la mutagénesis letal”, sostiene.
El investigador explica que no es un fenómeno exclusivo de los virus, sino que de cualquier organismo.
“Todos tenemos una tasa de mutación en nuestras células muy controlada, pero si por alguna razón eso se descontrola, todo comienza a deteriorarse”, afirma.
El investigador explica que actualmente hay dos sustancias que se usan en humanos cuya acción en parte obedece a la mutagénesis letal: llaman favipiravir y rivadivina.
El favipiravir, se usó para el virus del ébola y se quiere utilizar en la India para tratar el COVID-19, afirmó Domingo.
Riesgos de la mutagenésis letal
El investigador sostiene que uno de los riesgos de esta técnica es que el virus se vuelva más agresivo, aunque asegura que se trata de una probabilidad “extraordinariamente pequeña”.
“Nunca se ha descrito en ningún experimento de laboratorio el hecho de que durante un procedimiento de mutagénesis letal se cree un virus peor”, asegura.
Domingo sostiene que otro riesgo son los eventuales efectos secundarios en las células de las personas.
Si bien las sustancias han sido seleccionadas porque “logran hacer mutar al virus pero no a las células”, admite que “no hay ningún tratamiento antiviral que esté completamente libre de efectos secundarios”.
“Pero no hay ninguna razón para creer que la estrategia antiviral por mutagénesis letal vaya a tener efectos adversos por encima de lo habitual en la práctica médica”, admite.