Los afectados por enfermedades que provocan una inflamación intestinal podrían pronto ver su calidad de vida mejorada considerablemente y todo gracias a un maíz modificado genéticamente. Un trabajo llevado a cabo por el Russel E. Larson Agricultural Research Center ha logrado crear un nuevo tipo de maíz transgénico que cuenta con flavonoides flavan-4-ols, unos antioxidantes con un poderoso efecto benéfico en la salud. Este equipo se ha centrado específicamente en las afecciones relacionadas cono el colon irritable, también conocida como enfermedad de Chron, que no tiene cura y es crónica, lastrando la calidad de vida de sus afectados.
Quienes padecen este síndrome pueden sufrir un abanico de síntomas que van desde ligeras molestias intestinales a un dolor inhabilitante que incluso la cirugía (mediante la extirpación de parte del intestino), no logra aliviar. Por fortuna, los cambios en la dieta sí tienen un efecto mucho más directo en la reducción de la inflamación intestinal y es aquí donde se ha centrado este equipo de investigadores. En este sentido, se sabe que una dieta rica en frutas y determinados vegetales que contienen una elevada cantidad de polifenoles, logran reducir la inflamación evitando los desagradables efectos secundarios de la medicación que se pauta en estos casos.
Precisamente, este nuevo maíz modificado genéticamente cuenta con una elevadas tasas de estos componentes antiinflamatorios sin los indeseados efectos secundarios. Los primeros ensayos llevados a cabo con ratones afectados con el síndrome de Chron a los que se ha alimentado con el mencionado maíz transgénico, son prometedores y allanan el camino hacia un posible tratamiento en humanos.
Este equipo no ha trabajado únicamente con el maíz, sino que también está probando la modificación genética del arroz, en esta ocasión logrando reducir la presión arterial de los ratones en las pruebas que se han llevado a cabo. Los investigadores han trabajado con un maíz modificado proveniente del National Seed Storage Laboratory de Fort Collins, Colorado, y en el trabajo de campo se crearon tres grupos de ratones: uno de control al que se alimentó de forma convencional, uno al que se administró maíz transgénico pero sin los mencionados flavonoides, y finalmente un último grupo que se alimentó con el citado maíz modificado. Pues bien, los roedores de este último grupo arrojaron una destacable reducción en la irritación intestinal.
Estas conclusiones suponen el paso previo para que los investigadores sigan trabajando por esta prometedora vía y se pueden analizar las esperadas ventajas en humanos afectados por el síndrome del colon irritable.