Una nueva prueba de una vacuna contra el VIH, llevada a cabo por Johnson & Johnson en África, no dio los resultados esperados y ha sido considerada como fallida.
Las pruebas clínicas se realizaron como parte de un programa llamado Imbokodo, que se realizó en países del sur de África, donde el riesgo de infección de VIH es mayor que en otras partes. En total, en el programa participaron más de 2,600 mujeres.
Lamentablemente, los números finales estuvieron por debajo de las expectativas: la eficacia de la vacuna se calculó en 25 por ciento. De acuerdo con los científicos de Johnson & Johnson a cargo del programa, con 50 por ciento de eficacia se podría comenzar a hablar de un punto de quiebre respecto a una posible cura para el sida.
En cambio, una eficacia como la del nuevo programa significa que la reducción de la probabilidad de contagiarse de VIH tiene más que ver con el azar que con la acción de una vacuna.
Imbokodo es un programa patrocinado por la Fundación Gates y el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos. De acuerdo con el doctor Anthony Fauci, los resultados informados son claramente inesperados, pero de cualquier manera significan un avance y un aprendizaje que utilizarán en futuras investigaciones y pruebas sobre una vacuna que finalmente pueda combatir el VIH.
Además de Imbokodo se realiza otro estudio llamado Mosaico, que prueba la efectividad de la vacuna en hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres y con personas transgénero, tanto en Europa como en América. Los resultados de este programa aun no han sido publicados.
Si bien las pruebas de Johnson & Johnson pueden contarse como un nuevo fracaso para encontrar una cura al VIH, científicos de diversas partes del mundo reconocen que este es uno de los desafíos más grandes con los que se ha encontrado la medicina moderna.
Mientras tanto, la Universidad de Oxford lleva a cabo su propio ensayo de una vacuna desarrollada como parte de una iniciativa europea para terminar con el sida.