Un estudio llevado a cabo por la Sociedad Estadounidense de Cáncer ha relacionado a un parásito común con un extraño tipo de cáncer cerebral.
Se trata de Toxoplasma gondii (T. gondii), que puede ser adquirido por las personas a través del agua contaminada, la carne poco cocida o el contacto con su mascota, particularmente su gato.
De acuerdo con la investigación, publicada en International Journal of Cancer, las personas infectadas con este parásito tienen un mayor riesgo de desarrollar gliomas poco comunes, pero altamente fatales.
El T. gondii también es conocido por sus efectos en los roedores. En estos animales, los parásitos los estimulan a ser imprudentes ante el peligro, así ya no evitan el olor a orina de gato.
Los roedores y sus parásitos tienen más posibilidades de ser devorados por un felino, lo que permite que los parásitos lleguen a su huésped principal y alcancen la edad adulta.
Después se reproducen y crean una nueva generación de huevos que el gato defeca en el medio ambiente.
Así, los humanos pueden infectarse por contacto cercano con excremento de gato.
¿Qué tan riesgoso puede ser?
Los gliomas constituyen el 80 por ciento de los tumores cerebrales malignos. De acuerdo con el estudio, entre el 20 y el 50 por ciento de la población mundial ha estado expuesta al parásito.
“Los hallazgos sugieren que los individuos con mayor exposición al parásito T. gondii tienen más probabilidades de desarrollar glioma”, explicó la autora Anna Coghill, del departamento de epidemiología del cáncer del H. Lee Moffit Cancer Center y Research Institute, en Florida.
“Sin embargo, debe tenerse en cuenta que el riesgo absoluto de ser diagnosticado con un glioma sigue siendo bajo. Y estos hallazgos deben replicarse en un grupo de personas más grande y diverso”, puntualizó.
Los investigadores agregan que, de repetirse los resultados, resultaría necesario reducir la exposición a este patógeno, lo que podría ofrecer la primera oportunidad para la prevención de este agresivo tumor cerebral.