La Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) aprobó este 6 de enero la vacuna contra el COVID-19 del laboratorio estadounidense Moderna, el segundo antídoto al que le da la luz verde.
La aprobación llega en medio de un aumento de casos de la enfermedad y de los esfuerzos de las autoridades por avanzar en la vacunación ante el surgimiento de variantes más infecciosas del virus SARS-CoV-2, como la detectada a finales de 2020 en el Reino Unido y la de Sudáfrica.
La EMA aprobó el uso de la vacuna Moderna en personas mayores de 18 años, tras realizar una evaluación de los datos sobre calidad, seguridad y eficacia, aunque todavía resta la aprobación del órgano ejecutivo del bloque, la Comisión Europea.
La Unión Europea ya había aprobado la vacuna de Pfizer y BioNTech, que al igual que la de Moderna se basa en la tecnología de ARNm genético. Ambas fueron aprobadas de manera condicional.
“Esta vacuna nos brinda otra herramienta para superar la emergencia actual”, dijo Emer Cooke, director ejecutivo de EMA.
La vacuna de Moderna reportó una eficacia de 95 por ciento en la prevención del COVID-19. Aunque debe almacenarse y enviarse congelada, no requiere las temperaturas ultra frías de -70° Celsius de la vacuna de Pfizer y BioNTech.
El antídoto se administra en dos dosis con 28 días de diferencia.
Al igual que la inyección de Pfizer, se basa en genes sintéticos que pueden generarse y fabricarse en semanas y producirse a escala más rápidamente que las vacunas convencionales.
Las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech ya habían sido aprobadas previamente por Estados Unidos y el Reino Unido.