Médicos de urgencias del hospital BronxCare en Nueva York atendieron en fechas recientes un caso complejo, por llamarlo de alguna manera. Se trataba de un hombre de 35 años cuyo pene se pudrió y tornó de color negro parcialmente tras inyectarse cocaína.
Según el informe médico reportado por Insider, el paciente acudió a emergencias con un dolor insoportable en el pene y el escroto tres días después de inyectarse la droga en la vena dorsal profunda del órgano.
El hombre dijo a los médicos que era adicto a las drogas por vía intravenosa desde hacía años y que decidió inyectarse la cocaína a través de su aparato reproductor porque no tenía más venas en buen estado para hacerlo. Los médicos le administraron antibióticos y su estado mejoró ligeramente, sin embargo, este no quiso someterse a una cirugía para eliminar el tejido muerto.
Según los expertos, el consumo de cocaína puede provocar el desarrollo de vasculitis, que puede resultar en gangrena. También es común que esta droga se adultere con el antihelmíntico levamisol, lo que también puede provocar estas consecuencias. Según la Agencia Antidrogas de EE.UU., cerca de 80 por ciento de la cocaína incautada en los últimos años estaba adulterada con esta sustancia.
El paciente también rechazó someterse a un tratamiento de rehabilitación; tras ser dado de alta con citas ambulatorias, los médicos le perdieron la pista.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, más de cinco millones de estadounidenses consumieron cocaína de manera habitual en 2020, lo que representa casi 2 por ciento de la población. Esta droga también estuvo involucrada en casi una de cada cinco muertes por sobredosis en 2019.