Por el momento, la adopción de medidas sanitarias y de distanciamiento, además de la aplicación de vacunas, asoman como las armas más eficientes para reducir los contagios de coronavirus.
Cualquier método sirve para incentivar a las personas a que acudan a los centros habilitados para recibir alguna de las vacunas anti-COVID-19 que han elaborado los distintos laboratorios.
Dinamarca, por ejemplo, usa la realidad virtual para fomentar más inoculaciones por medio de un juego de maniobras en medio de una multitud infectada con el virus en una plaza de la ciudad.
Forma parte de un experimento de la Universidad de Copenhague, donde los participantes llevan gafas para interpretar a una persona mayor que cruza la plaza mientras evita a los transeúntes vestidos de rojo e infectados. Por su parte, los personajes vacunados visten de azul.
“Sabemos, por estudios similares, que después de que la gente haya pasado por una experiencia de realidad virtual como esta, su intención de vacunarse aumenta”, señaló Robert Bohm, profesor de psicología en la Universidad de Copenhague.
Por su parte, quienes han participado en el juego parecen estar conformes con la experiencia. “Fue divertido, sin duda. Se sentía como si estuvieras allí”, dijo Adam, una de las personas que formó parte del ensayo.
Los encargados esperan que esta simulación pueda utilizarse en las consultas médicas con este mismo propósito, enfocado en aquellos indecisos que aún no se quieren vacunar.
La Organización Mundial de la Salud estima que la vacunación evita entre 4 y 5 millones de muertes al año.