Un grupo de científicos en Israel ha logrado desarrollar un medicamento contra el cáncer sin necesidad de probarlo en animales gracias a un chip que simula el cuerpo humano.
Uno de los profesionales de la Universidad Hebrea afirma que la tecnología que imita la anatomía de los humanos ahora puede usarse para desarrollar otros nuevos tratamientos, lo que ahorra tiempo, vidas animales y dinero.
Los investigadores crearon un chip que contiene tejido humano con sensores microscópicos para controlar con precisión la respuesta del cuerpo humano (riñón, hígado y corazón) a tratamientos farmacológicos específicos.
Si bien este tipo de tecnología ya tiene varios años, se piensa que el equipo israelí es el primero en crear con éxito un nuevo tratamiento al utilizar las capacidades de un chip para eliminar por completo las pruebas en animales.
¿Cómo funciona?
Su investigación combina dos fármacos que ya existen para solucionar el problema de exceso de grasa en el hígado que padecen algunos pacientes de cáncer.
Los autores creen que, como los chips tienen el potencial de imitar el cuerpo humano con mucha mayor precisión que los animales, esta tecnología podría aumentar la exactitud del desarrollo de medicamentos.
Para graficar cómo funciona el chip en el organismo, lo han comparado con el funcionamiento de los vehículos modernos.
“Hoy en día podemos saber fácilmente si nuestro auto tiene una rueda pinchada o una fuga de aceite: el salpicadero se ilumina porque hemos colocado sensores en todos los lugares que pueden ir mal en un vehículo”, explica Yaakov Nahmias, director del Centro Grass de Bioingeniería de la Universidad Hebrea.
“Cuando nuestro auto falla, simplemente lo conectamos a una computadora que puede decirnos lo que está mal. Imagínense hacer lo mismo, pero para el cuerpo humano. De repente, esto parece realista”.