Una variante del virus SARS-CoV-2 que se originó en trabajadores agrícolas españoles se ha propagado rápidamente por gran parte de Europa, según un estudio publicado este 29 de octubre.
La variante, llamada 20A.EU1, representa ahora la mayoría de los nuevos casos de COVID-19 en varios países de Europa, según consignó Swiss Info.
Un equipo internacional de científicos españoles y suizos que ha estado rastreando el virus a través de sus mutaciones genéticas, ha descrito la extraordinaria propagación de esta variante.
Según el estudio, esta variante representó más de ocho de cada 10 casos en el Reino Unido, el 80 por ciento de los casos en España, el 60 por ciento en Irlanda y hasta el 40 por ciento en Suiza y Francia.
Rastreando la variante
La nueva variante, que tiene seis mutaciones genéticas, surgió entre los trabajadores agrícolas del noreste de España en junio de 2020, según el estudio.
Los investigadores también detectaron que rápidamente se trasladó a la población local.
Todos los virus desarrollan mutaciones (cambios en las letras individuales de su código genético) que pueden agruparse en nuevas variantes y cepas.
Debido a que cada variante tiene su propia firma genética, los investigadores pueden el lugar en el que se originó.
Además de la española, se ha identificado otra mutación llamada D614G, que se cree que hace que el virus sea más infeccioso.
Medidas preventivas insuficientes
La investigación sugiere que las personas que regresan de sus vacaciones en España podrían haber jugado un papel clave en la propagación del virus a través de Europa.
Los investigadores concluyeron que el «comportamiento de riesgo» de los turistas, como ignorar el distanciamiento social, ayudó a la propagación de esta variante.
El estudio también deja abierta la interrogante de que la segunda ola que afecta Europa, podría haberse contenido con mejores controles y barreras sanitarias en los medios de transporte públicos.
«Desde la propagación de 20A.EU1, parece claro que las medidas (de prevención de virus) implementadas a menudo no fueron suficientes para detener la transmisión de variantes», explicó Emma Hodcroft, genetista evolutiva de la Universidad de Basilea.
¿Más mortal e infecciosa?
Los investigadores aún no tienen evidencia de que esta variante sea más mortal o infecciosa que otras cepas.
Sin embargo, Hodcroft enfatizó que la 20A.EU1 no se parecía a ninguna variante del SARS-CoV-2.
«No he visto ninguna variante con este tipo de dinámica desde que he estado observando las secuencias genómicas del coronavirus en Europa», afirmó la investigadora.
Los investigadores pretenden determinar si la 20A.EU1 tiene una mutación particular en la “proteína de pico”, que el virus usa para ingresar a las células humanas y que eventualmente podría alterar su comportamiento.