Aunque todavía falta camino por recorrer y nadie puede predecir cuándo ocurrirá, el COVID-19 está en camino a transformarse en una enfermedad endémica. Así lo ha reconocido la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero, ¿qué significa realmente un COVID-19 endémico y cómo nos afecta?
Te va a interesar:
- Cómo guardar certificado de vacunación en tu iPhone
- Científico advierte sobre posible llegada de COVID-26
- COVID-19: cómo usar las pruebas caseras correctamente
“El virus está en camino de volverse endémico, pero aún no hemos llegado allí”, anticipó en enero de 2021 María Van Kerkhove, jefa técnica de la OMS para el COVID-19, aunque advirtió que el escenario todavía es impredecible.
“No tenemos la misma previsibilidad que tenemos con la influenza, donde tenemos un patrón estacional típico. Es posible que lleguemos allí con el COVID-19, pero aún no hemos llegado, por lo que somos cautelosos a la hora de hacer predicciones”, aseguró.
Cuándo una enfermedad es epidémica
Una enfermedad es epidémica cuando el número de casos es inusualmente grande o inesperado en un determinado territorio, por lo que se necesitan adoptar medidas de salud pública para controlar su expansión.
Cuando una epidemia deja de circunscribirse a un determinado territorio y se expande a una escala mayor, por ejemplo todo el mundo, se trata de una pandemia. Dependiendo de la gravedad, puede transformarse en una emergencia global.
Cuando un virus como el SARS-CoV-2 tiene la capacidad de provocar una enfermedad grave (como el COVID-19) y además es altamente transmisible, la falta de inmunidad hace que la propagación se acelere.
Cuándo una enfermedad se vuelve endémica
Sin embargo, este escenario no es eterno, tal como lo ha reconocido la OMS.
Cuando aumenta la inmunidad en la población, tanto por la vacunación como por el contagio natural, un patógeno como un virus pierde fuerza y su capacidad de transmisión se reduce.
La capacidad de transmisión del virus también se reduce por cambios culturales o de comportamiento. En el caso del COVID-19, el uso de mascarillas o limitar el contacto físico.
La inmunidad de la población también reduce la capacidad del virus de provocar enfermedades, por lo que menos personas se enferman gravemente o mueren.
Según The Conversation, durante un período más prologando, el virus puede evolucionar hasta transformarse en menos grave.
Además, la transmisión se vuelve más predecible: puede haber brotes estacionales, por ejemplo. Sin embargo, estos son esperados y manejables. La comunidad empieza a convivir con el virus.
De todos modos, en la OMS apuestan por un enfoque integral y global. “No podemos poner fin a la pandemia y hacer que el virus se vuelva, entre comillas, endémico en un país mientras el resto del mundo lidia con la pandemia. Así no es como esto va a funcionar”, apuntó Van Kerkhove.
¿Una enfermedad endémica es menos grave?
Que una enfermedad sea endémica no quiere decir que sea menos grave, advierten los investigadores Hassan Vally y Catherine Bennett, de la Universidad de Deakin, Australia.
De hecho, ejemplos de enfermedades endémicas incluyen el resfriado común, la influenza y también el VIH/SIDA.
“Es importante destacar que una enfermedad que se considera endémica no significa que la consideremos leve. Simplemente significa que sigue siendo parte de nuestras vidas y, por lo tanto, aún protegemos a los vulnerables de enfermedades graves, como lo hacemos con otras enfermedades”, apuntan.
En ese sentido, advierten que “es crucial que comprendamos que vivir con el virus no es lo mismo que ignorarlo. En cambio, representa un ajuste en la forma en que respondemos a la enfermedad”.