Haber tenido una infección previa por COVID-19 no protege completamente contra la reinfección en los jóvenes, de acuerdo con una nueva investigación.
El estudio también observó que los participantes que no habían sido previamente infectados con SARS-CoV-2 tenían un riesgo cinco veces mayor de infección que los participantes que estaban previamente infectados.
El estudio se realizó a más de 3,000 miembros del Cuerpo de Marines de Estados Unidos, la mayoría de los cuales tenían entre 18 y 20 años.
Los autores señalan que, a pesar de una infección previa y la presencia de anticuerpos, la vacunación sigue siendo necesaria para estimular la respuesta inmunitaria, prevenir la reinfección y reducir la transmisión.
Los resultados muestran que cerca de 10 por ciento de los participantes que habían resultado infectados, se volvieron a infectar, en comparación con nuevas infecciones en 50 por ciento de participantes que no habían sido previamente infectados.
“A medida que los lanzamientos de vacunas continúan ganando impulso, es importante recordar que, a pesar de una infección previa por COVID-19, los jóvenes puede contraer el virus nuevamente y aún así transmitirlo a otras personas”, señala el profesor Stuart Sealfon, de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai.
“La inmunidad no está garantizada por infecciones pasadas, y las vacunas que brindan protección adicional aún son necesarias para aquellos que han tenido COVID-19”.
Los investigadores enfatizan así en que las personas previamente infectadas y recuperadas sí pueden contraer una nueva infección.
“Nuestro estudio muestra que algunas personas con niveles más bajos de anticuerpos neutralizantes se reinfectaron, lo que indica que es posible que las personas previamente infectadas y recuperadas sean susceptibles a nuevos SARS–CoV-2 infecciones en un momento posterior. Estas reinfecciones pueden ser asintomáticas, como se observó en la mayoría de nuestros participantes”.