El quillay es un árbol endémico de Chile, que tradicionalmente ha sido utilizado por el pueblo mapuche para curar enfermedades respiratorias, estomacales y otros padecimientos.
Actualmente, el quillay ha vuelto a ganar relevancia porque está siendo usado como elemento fundamental de una de las vacunas experimentales para combatir el COVID-19, según un artículo de El País de España.
Se trata de la vacuna de la compañía biotecnológica Novavax que ha comenzado con su fase final de ensayo clínico.
De Acuerdo al libro Plantas medicinales de uso común en Chile, las propiedades medicinales de esta especie provienen de las saponinas, que son componentes de la corteza que tiene aplicaciones para la industria y los usos cosméticos.
También se hallan en el resto de la madera del árbol.
Componente clave
Las propiedades del quillay son estudiadas por la empresa Desert King Chile, ellos explican que ya se han descubierto cerca de 50 tipos de saponinas en este árbol.
«Cuando describimos las propiedades de cada una de estas saponinas, descubrimos hace más de 20 años que tienen capacidades de ser adyuvantes, es decir, una especie de tren que permite que un componente activo entre a la célula», explica Andrés González, gerente de la compañía.
Ellos trabajan con dos de estos tipos de saponinas, la SQ7 y la SQ21, las cuales son enviadas desde Chile hasta los laboratorios de Novavax para su vacuna experimental contra el coronavirus.
Desert King Chile explica que la vacuna genera una buena respuesta inmune cuando se testea sin el adyuvante.
De todas formas, “si se disminuye un 25% el antígeno y se le agrega el adyuvante de quillay, la respuesta inmune se multiplica de forma exponencial. Por lo tanto, el adyuvante de quillay (la saponina), sirve para escalar rapidísimamente a niveles industriales, porque no necesitas producir grandes cantidades de antígeno para obtener la misma cantidad de vacuna”, agrega González.
La saponina de quillay pura y concentrada se transporta en formato de polvo vía aérea en pequeños frascos. Un proceso químico separa la saponina de otros elementos sólidos.
La empresa asegura que la obtención de este compuesto se realiza de forma responsable el que contempla podas de los quillayes para no talarlos, además de plantaciones forestales y la reproducción de clones genéticos de las especies seleccionadas del árbol.
Es una manera sustentable de cuidar este árbol respetado por el pueblo mapuche, que sorpresivamente podría desempeñar un papel clave en la lucha contra la pandemia.