“Detección de apnea del sueño y ubicado bajo el colchón y sin mantenimiento.”
- No es necesario activar nada
- Detecta la apnea del sueño
- Carece de baterías
- Instalación sencilla
- Precio elevado
- Mismas funciones que los wearables
- Funcionalidad limitada
Dormir bien resulta fundamental para una vida saludable, no hace falta que destaquemos esta evidencia a estas alturas, pero la realidad nos indica que con cada vez más frecuencia vemos las horas de sueño reducirse y buena parte de culpa de ello es atribuible a la tecnología. La luz de la pantalla del teléfono al acostarnos, la sobre actividad de la consola, ver Netflix hasta la madrugada… En la actualidad y salvo que haya una convicción muy clara de las prioridades, es fácil caer en la tentación de robar horas al sueño.
En este sentido, la tecnología juega un doble papel ya que los dispositivos tecnológicos nos ayudan también a medir bien la calidad del sueño, paso previo para mejorar nuestros registros en este terreno.
Lo más habitual suele ser utilizar un reloj inteligente o una pulsera de actividad para registrar la actividad en el sueño y ambos dispositivos son tremendamente útiles para este propósito (un servidor venía utilizando un Apple Watch hasta la fecha). Sin embargo, los wearables tienen dos inconvenientes: el consumo de batería, por un lado, y por otro, lógicamente tienes que llevarlo puesto para que registre todo. Withings propone con el Sleep Analyzer algo diferente: el dispositivo está bajo el colchón y va enchufado a la corriente con lo que no tienes que hacer nada. ¿Funciona de verdad?
Con detector de apnea del sueño
Antes de desmigar el dispositivo hay que poner sobre la mesa un dato fundamental: el Sleep Analyzer detecta la apnea del sueño, una afección que puede resultar letal para tu salud y que, en la mayoría de los casos, no es diagnosticada hasta que es demasiado tarde. Siendo sinceros, tras instalar el dispositivo bajo mi colchón fue el primer dato que consulté ya que la calidad de mi sueño siempre ha sido un tanto precaria. El dispositivo no te da una respuesta tajante, un sí o un no, sino que ofrece una escala con la que se puede deducir se padece de este problema de salud o no. En cualquier caso, la lectura es clara y el dato es muy preciso, estando homologado por los sistemas de salud.
La instalación del Sleep Analyzer es muy sencilla: basta con colocar el sensor bajo el colchón (sí, funciona perfectamente si compartes la cama con tu pareja) y tras el proceso de sincronización por Bluetooth, no hay nada más que hacer. Aunque debo aclarar que es muy importante colocar el sensor justo en la zona donde se encuentra tu pecho al dormir, puesto que en una primera instancia lo ubiqué un poco más bajo y comencé a ver lecturas en blanco. Eso sí, una vez colocado correctamente, te olvidas por completo del asunto, y esta es la grandeza del dispositivo; conviene recordar este argumento porque lo rescataremos cuando analicemos las desventajas.
Muchos datos en una app de lectura muy clara
El dispositivo no se ve, una vez que lo colocas bajo el colchón, y toda la visualización que tendrás será a través de la aplicación Health, una suite de salud francamente completa y que añade los datos de otros dispositivos. Así, en mi caso dispongo de una báscula de la compañía y se suman las mediciones de actividad del Apple Watch; con todo ello tienes un dossier de tu actividad y mediciones con los que puedes establecer tus propias conclusiones.
Esta app, en lo relativo al sueño, refleja datos interesantes como el tiempo que tardas en dormirte, los ronquidos (con gran precisión y con un cronograma), y lo que resulta más importante, la profundidad del sueño. Así, detecta la fase REM, sueño profundo y sueño inquieto; es aquí donde sí que correlacionas una noche de descanso con una fase de sueño profunda con facilidad. Y aunque no tenemos la certeza de su precisión, los datos son muy semejantes a los registrados por otros dispositivos (Apple Watch, en mi caso) y la certificación CE nos indican a que la información es muy precisa.
¿Merece la pena el Sleep Analyzer?
Es una pregunta compleja que responderemos con otra pregunta: ¿Qué precio estarías dispuesto a pagar por la conveniencia y seguimiento de tu salud? Al final, y asumiendo que no padeces de problemas graves de sueño, lo único que separa a este dispositivo de un wearable en lo que respecta a utilidad e información registrada, es la conveniencia. Como te hemos apuntado antes, con el sensor de Withings no tienes que hacer absolutamente nada, ni siquiera cargarlo, para disfrutar de él. La otra ventaja es que la información llega al teléfono casi en tiempo real y sin esperar a que se procese.
Eso sí, esta conveniencia no resulta barata precisamente: Sleep Analyzer se acerca peligrosamente a los 100 euros, un precio privativo si ya se utiliza a diario un reloj inteligente o una pulsera de actividad. Por otro lado, este dispositivo no ofrece otras prestaciones que sí puedes aprovechar en los wearables, como un despertador conforme a las fases del sueño o incluso la posibilidad de grabar los ronquidos, algo que ya puede hacerse de forma automática con apps en el teléfono.
Visto así, resulta complicado recomendar la compra del Sleep Analyzer salvo que estés convencido de no querer dormir con nada en la muñeca y estés dispuesto a pagar este importe. Eso sí, una vez que pasas por caja y “duerme” contigo, será un excelente compañero de cama que cuidará de todos tus registros.