“Ofrecen todo lo que esperas en unos auriculares de gama alta y una función de detección de voz que vas a querer.”
- Diseño elegante y cómodo
- Calidad de sonido
- Función detección de voz
- Cancelación de ruido
- Carga rápida
- Control táctil tal vez no responda a la primera
- No compatible con Google Assistant ni Alexa
Los auriculares true wireless Galaxy Buds Live, lanzados junto con la familia Note 20, presentaban un novedoso diseño de frijol, pero esta forma no se adapta bien a todas las orejas. Con los Galaxy Buds Pro vuelve al aspecto ovalado, solo que con una gran diferencia respecto a los anteriores: son mucho más pequeños.
Este tamaño menor no supone prescindir de funciones que esperas en los modelos de gama alta, como la cancelación de ruido inteligente, la compatibilidad con sonido envolvente Dolby Atmos o la carga inalámbrica del estuche. Y tampoco es obstáculo para innovar: tienen una función para hablar tan práctica que una vez que la pruebes la vas a querer.
Elegancia discreta sin parecer Frankenstein
Como los Galaxy Buds Live, los Buds Pro pueden presumir un aspecto elegante. Pese a que están fabricados en plástico —y eso les hace muy ligeros—, el acabado negro brillante los embellece. Por sus pequeñas dimensiones no sobresalen de la oreja de manera excesiva como otros auriculares; si las tuyas son grandes, tal vez ni siquiera te pase. Realmente quedan muy discretos y, lo mejor, son muy cómodos. Las almohadillas son muy suaves; si se elige el tamaño adecuado, no duele con el uso. Tampoco se me cayeron. Si haces ejercicio, tienen la ventaja de que si se mojan por el sudor (o la lluvia) no pasa nada, tienen protección IPX711.
Como son pequeños (19.5 x 20.5 x 20.8 mm), el estuche cargador también lo es (50 x 50.2 x 27.8 mm). Si sueles guardarlo en el bolsillo de un pantalón o una camisa, no abultará demasiado. Fabricado con un plástico muy suave, en la parte frontal exterior no le falta la luz que indica cuando está cargada del todo. Por dentro también cuenta con una que indica lo mismo para los auriculares (verde significa completamente cargados). Este accesorio se recarga por USB-C.
Los probé con el Galaxy S21 Ultra —que analizamos en esta revisión—, y se emparejan al instante la primera vez y después. También los usé con un teléfono Huawei y se enlazaron sin problemas; conectan rápido con la app Galaxy Wearable (en cuanto abres el estuche).
Una función eficaz de detección de voz
Como auriculares de gama alta con un precio considerable, puedes esperar un sonido limpio, de calidad y potente, incluso al máximo (con tecnología de AKG). Para ajustar el volumen tienes dos opciones, regularlo con los botones del teléfono o desde los auriculares, si lo configuras para ello. Esta acción es sumamente sencilla, me gusta mucho: simplemente mantienes el dedo sobre ellos y sube (derecho) o baja (izquierdo) el audio. Resulta muy fácil, más con la ayuda de los sonidos que emite cuando estás pulsando. De esta manera, tienes la certeza de que estás presionando bien.
Sin embargo, otros controles táctiles no son tan eficaces. En mi experiencia, no siempre respondieron a la primera al querer cambiar a la siguiente canción. Esto se hace al dar dos toques sobre la zona táctil; muchas veces ejecutó la orden, pero muchas otras, no. En vez de eso, pausaron la reproducción, algo frustrante por momentos. Al menos sabes que no le estás dando en el sitio justo o con la intensidad requerida porque al hacerlo de manera correcta emite dos sonidos.
La cancelación de ruido activa trabaja bien, y con la posibilidad de elegir alto o bajo. No los probé en un entorno ruidoso de un transporte público, pero se nota cuando lo cambias de un nivel a otro. El sonido ambiente también es posible ajustarlo con cuatro grados de volumen y se percibe claramente cómo actúa como un altavoz de todo el sonido que capta a su alrededor, incluso de la propia voz (pasa esto mismo con los LG Tone Free).
Algo que me encantó fue la función de detección de voz. Sirve para poder hablar con alguien sin necesidad de quitarte los auriculares de las orejas o de pausar la reproducción; cuando está activada (se configura desde la app) y detecta la voz del usuario, baja el volumen de la música de forma automática. Y 10 segundos después de estar callado, sube de nuevo el sonido. Simple, eficaz y perfecta para tener las manos libres.
Solo hablan con Bixby
En lo que se refiere a autonomía, los Galaxy Buds Pro no brillan. Con la cancelación de ruido activada, dan para cinco horas de reproducción de música, tal como lo comprobé. Si no necesitas aislarte del mundo, se alarga tres horas más, hasta las 8 horas, indica Samsung. Estos son unos tiempos similares a los de los Sony WF-1000XM3.
Si bien desde la app es posible conocer el porcentaje de batería de cada auricular y también del estuche, no hay una voz que informe, cada vez que te los pones, cuánto porcentaje (o al menos el nivel) queda. Es una función a la que me he acostumbrado con los Bose y los Sony, y resulta muy útil.
Si sueles utilizar el Asistente de Google, echarás de menos poder utilizarlo. Los Galaxy Buds Pro solo hablan con Bixby. Y si los utilizas con teléfonos de otras marcas, olvídate de varias funciones: la de cambio automático (se conecta a una tableta y teléfono a la vez), la experiencia de sonido envolvente con Dolby Atmos, el asistente de voz Bixby o de la aplicación Buds Together, que permite compartir la música con alguien (al conectar dos pares de Galaxy Buds Pro a un mismo teléfono).
Conclusión
Los Galaxy Buds Pro conquistan por su estética atractiva y tamaño pequeño. Son ligeros, encajan cómodamente en las orejas. Ofrecen calidad de sonido y un control de ruido correcto y con muchas opciones de ajuste. Esperaba un poquito más de autonomía, pero está en la línea de otros auriculares de este rango. Con los controles táctiles no siempre acertarás a la primera; la práctica seguro ayudará a ser más certeros con los toques.
La función de detección de voz es genial por su eficacia y sencillez. La idea de facilitar hablar con alguien bajando el volumen no es nueva (Sony ofrece una función con el mismo fin); lo que los diferencia es la manera en que lo llevan a cabo. Sony silencia la música cuando pones el dedo sobre el auricular, pero los Galaxy Buds Pro simplemente bajan el sonido de lo que estás escuchando de forma automática con solo hablar, lo cual es más cómodo porque deja las manos libres. Lo malo es si te gusta cantar en alto al son de la música como a mí, pero con desactivar esta función ya puedes desgañitarte sin problemas y emular a tus cantantes favoritos.
Porque ambos ofrecen un diseño, características, autonomía y precio similares, el rival con el que los Galaxy Buds Pro se miden cara a cara son los Sony WF-1000XM3. Los de Samsung valen 239.89 euros, un poco menos que los de Sony (250 euros). Difícil elección.