Por primera vez, Apple celebró su conferencia mundial de desarrolladores (WWDC) de forma virtual. Todo pareció como un infomercial de sus novedades. Se veía demasiado actuado, poco natural.
La sensación que dejó el evento fue el de un homenaje a Google, porque sencillamente la mayoría de las novedades forman ya parte de Chrome, Android y Maps.
Al menos en cuestión de mapas, ahora sí Google tiene de qué preocuparse, porque la última actualización de los mapas de Apple se ve muy interesante.
Tanto en iOS como en iPadOS vimos que los de Cupertino incluyeron el uso de widgets, algo que los de Mountain View incorporaron hace mucho tiempo.
Eso sí, los widgets de Apple lucen más limpios y redondeados, como todo lo que hacen de la firma, pero la realidad es que no ha innovado en este sentido, pues el concepto original es el mismo.
Las referencias a Google continuaron con el anuncio del uso de extensiones en el navegador Safari, algo en lo que Google ya cuenta con experiencia de sobra. Si bien no es nada del otro mundo, los de la manzana mordida prometen mucha seguridad en sus extensiones.
Entre lo más destacado, estuvo la actualización de los AirPods, que ofrecerán un enfoque en el espacio que nos rodea. Su acelerómetro incluido permitirá tener una experiencia similar a las de las salas de cine.
Otro punto alto fue un nuevo servicio que permite usar una aplicación sin la necesidad de descargarla. Con el “uso ligero”, será posible —por ejemplo— pagar el parquímetro evitando el proceso de bajar un software que tal vez solo se use una vez.
El segundo capítulo relevante de WWDC 2020 fue el adiós a Intel, luego de que Apple confirmara una nueva línea de procesadores propios de la marca.
La era Intel en Apple llegó a su fin. Gracias por los recuerdos, pero sus servicios ya no son requeridos, dijo, palabras más, palabras menos, Tim Cook, el CEO en la empresa de Cupertino.
El concepto de conferencia virtual pudo haber llegado para quedarse, aunque se siente ensayado y frío. Las ventajas son múltiples, partiendo por la ausencia de viajes y aglomeraciones. Solo el tiempo dirá si el formato cuaja o volveremos a las reuniones presenciales.