Por eso, Google creó a su Asistente, Apple creó a Siri, Samsung a Bixby y Amazon a Alexa. Todas hacen en esencia lo mismo, pero los verdaderos titanes son Google y Amazon. Vale la pena aclarar que ningún asistente habla español y por lo tanto todo lo que se menciona a continuación deber ser hecho utilizando el idioma inglés.
A diferencia de Apple y Samsung, estas empresas desarrollaron sus propias bocinas para integrarse a la Casa Inteligente. Esto les permite no solamente conectarse con muchos otros productos para la casa inteligente, como Focos Philips Hue o sistemas de alerta seguridad como Nest, sino también hacer comprar con comandos de voz.
Desde marzo, he tenido un pequeño Amazon Echo Dot. Había escuchado maravillas sobre este producto y decidí que por $50 dólares valía la pena probarlo. No estaba interesada en una bocina grande como el Echo o el Google Home.
Pues bien, el mes pasado, Google lanzó su Google Home Mini, una hermosa y pequeña bocina que es la competencia directa del Echo Dot. La probé durante un par de días y a pesar de que puede hacer muchas cosas, de que su sonido es mejor al del Echo Dot, de que puede conectarse a todos los aparatos inteligentes y ante todo, acceder a su increíble base de datos del buscador de Google, por algún motivo, sigo prefiriendo mi Echo Dot.
Durante varios días me pregunté por qué y a continuación doy mis razones.
Sin duda, hay varias cosas que el Asistente de Google y Alexa tienen en común, como lo son las compras por voz o la habilidad de conectase a aparatos de la casa inteligente. Sin embargo, mi preferencia radica en otras cosas que de cierta forma, también las determina mi estilo de vida.
Lo que encuentro más interesante sobre Alexa es el hecho de que tiene miles de habilidades incorporadas por terceros. Estas habilidades son el equivalente de aplicaciones en un celular. Puedes encontrar lo que quieras, desde juegos hasta sonidos específicos para dormir. Por ejemplo, si le dices a Alexa que estás aburrido, ella te sugerirá jugar alguno de sus juegos que tiene en su base de datos. No necesitas más que tu voz para jugar. También me he obsesionado con una aplicación llamada “Ocean Sounds” que es básicamente una grabación del sonido de unas olas y te ayuda a dormir más fácilmente. Sí, estas existen en otras aplicaciones para tu celular y claramente no se necesita un Alexa para esto, pero esta suena mejor que las demás apps.
Y si no quieres comprar un Nest o sensores de seguridad, puedes recurrir a un nuevo método como asustar a potenciales ladrones con ladridos de perros… así es, hay una habilidad que hace que Alexa emita sonidos de perros rabiosos para así ahuyentar a los ladrones.
Otro motivo por el cual sigo prefiriendo a Alexa es porque poco a poco he caído en el ecosistema de Amazon. No solamente tengo la membresía a prime, sino que también tengo un Fire TV y ahora que compre un dispositivo Echo, no me veo cambiándolo por un Google y dejar de aprovechar la sincronización entre mi membresía de Amazon con el Alexa y las compras hechas por comandos de voz.
Finalmente, vale la pena resaltar que ya tengo un Google Assistant, todo el tiempo en mi bolsillo. Si eres un usuario de Android, el cual es mi caso, puedes utilizar el Asistente de Google en cualquier momento sin la necesidad de tener una bocina. Siendo así, puedo aprovechar a Google Home cuando no estoy cerca a mi Echo y el Echo cuando estoy en casa y no tengo otro dispositivo cerca.
Esta es claramente una experiencia personal y lo dicho aquí no aplica para todo el mundo. Los estilos de vida y membresías correspondientes cambian dependiendo del usuario. Y ahora el turno es para ti, ¿cuál prefieres?
*Las opiniones expresadas aquí son personales y no reflejan de ninguna forma el punto de vista de Digital Trends en Español