Luego de la detección de una versión mutada del coronavirus en Dinamarca —que ha planteado dudas sobre la eficacia de una futura vacuna—, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que revisaría las medidas de bioseguridad a nivel mundial.
La mutación está obligando al gobierno danés a sacrificar a 15 millones de visones de las granjas, con el propósito de reducir el riesgo de que los animales transmitan la nueva cepa del coronavirus a los humanos.
Además de que es el mayor productor mundial de piel de visón, el país europeo tiene más de 1,000 granjas de este tipo de animal.
Maria van Kerkhove, representante de la OMS, afirmó que siempre existe una preocupación cuando se tiene circulación y transmisión de humanos a animales, y luego de animales a humanos.
«Cada uno de estos cambios, cada una de estas mutaciones, sin importar si son identificados en visones o en humanos, necesita ser evaluado para determinar su importancia. Y si alguno de estos cambios significa que el virus se comporta de manera diferente», acotó.
También dijo que se está analizando la bioseguridad en las granjas de visones, sobre todo para ayudar a los países a tomar medidas correctas para evitar que el virus siga circulando en los visones y que ocurran eventos de desbordamiento.
Mike Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, añadió que las especies de mamíferos como el visón «son muy buenos huéspedes en cierto sentido, y el virus puede evolucionar dentro de esas especies, principalmente si hay grandes cantidades empaquetadas muy juntas».
Para dar un poco de calma, Soumya Swaminathan, científica jefe del organismo de salud internacional, precisó que no se debe llegar a ninguna conclusión sobre si esta mutación en particular afectará la eficacia de la vacuna.