Un grupo de 14 familias de la República Democrática del Congo (RDC) demandaron a algunas de las más grandes empresas tecnológicas de Estados Unidos por su complicidad con la explotación infantil.
En particular, la acción legal patrocinada por International Rights Advocates (IRA) acusa a Apple, Alphabet, Dell, Microsoft y Tesla de «beneficiarse a sabiendas» del uso «cruel» de niños en el proceso de extracción de cobalto.
De un distintivo color blanco azulado, el metal ferromagnético es un componente clave en las baterías recargables de iones de litio, reportó Forbes.
Los demandantes, entre los cuales se incluyen menores explotados desde los seis años, buscan una reparación por diversas lesiones, exposición a tóxicos e incluso la muerte que les causaron a sus familiares las labores mineras.
El texto enumera los delitos de trabajo infantil forzado, supervisión negligente e «infligir intencionalmente» angustia emocional, asegurando que las víctimas realizaron labores peligrosas y potencialmente mortales por $3 dólares diarios o menos.
De acuerdo con Forbes, la demanda agrega que las compañías tecnológicas no lograron regular su cadena de suministro y se beneficiaron del uso «brutal» de los niños. The Guardian estima que de los 255,000 mineros de la RDC, 35,000 son menores.
Otro aspecto controversial es que, sin importar la edad, la actividad se realiza en condiciones artesanales, por lo que todos trabajan de manera informal, sin equipo de seguridad y usando «herramientas primitivas”.
“El caso se está presentando en Estados Unidos para evitar un sistema judicial ‘notoriamente corrupto’ de la RDC, y porque no existe una ley que permita a los demandantes buscar daños y perjuicios contra los principales actores que operan en el extranjero”, agregó Forbes.
Entre otras compañías mencionadas en la demanda, los abogados de IRA incluyeron a las firmas mineras Zhejiang Huayou Cobalt (China), las multinacionales Glencore y Umicore, que tienen sus oficinas centrales en Suiza y Bélgica, respectivamente.
Consultadas al respecto, Dell aseveró que «nunca ha tenido conocimiento» de operaciones como las que menciona el libelo, mientras que Glencore se manifestó contraria a dichas prácticas. Al cierre de esta nota, las restantes empresas no habían reaccionado a la demanda.