Las principales empresas de tecnología están retirando a sus empleados del extranjero, y criticando duramente al presidente por la firma de la orden ejecutiva el viernes pasado que prohíbe a inmigrantes y visitantes de siete países musulmanes entrar a los Estados Unidos.
Miles de trabajadores de tecnología que viven en Silicon Valle o en el extranjero podrían ser afectados por la orden ejecutiva de Trump, de acuerdo con Zahra Billoo, directora ejecutiva de la oficina del área de San Francisco del Consejo de Relaciones Americano-Islámicas.
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Se estima que alrededor de 250.000 musulmanes viven en el área de la Bahía, muchos de los cuales son inmigrantes árabes o del sur de Asia que trabajan en compañías como Google, Facebook, Twitter y Microsoft, reporta el Washington Post.
El presidente ejecutivo de Google, Sundar Pichai, ordenó el viernes que decenas de empleados que estaban de viaje en el extranjero, regresen inmediatamente a Estados Unidos. Pichai envió un memo a toda la compañía con duras palabras de crítica en contra de la acción de Trump, afirmando que ésta podría evitar que al menos 187 empleados de Google nacidos en el extranjero entraran a Estados Unidos.
«Es doloroso ver el costo personal de esta orden ejecutiva en nuestros colegas», escribió Pichai. «Estamos muy molestos por el impacto de esta orden y todas las propuestas que podrían imponer restricciones a los Googlers y sus familias, o que podrían crear barreras para traer gran talento a los Estados Unidos».
Por su parte, el director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, dijo en un tweet que el impacto económico de la prohibición es «real y perturbador».
Uber también se hizo presente con las declaraciones de su jefe ejecutivo, Travis Kalanick, quien en un correo electrónico para toda la compañía dijo que se asegurará de plantear el tema el viernes, cuando se espera que él y otros asesores de negocios se reúnan con Trump. «Esta prohibición afectará a muchas personas inocentes», agregó.
Cook dijo en un correo electrónico a sus empleados que, sin inmigración, Apple no existiría, recordando que el cofundador de Apple, Steve Jobs, era hijo de un inmigrante sirio. «He escuchado de muchos de ustedes que están profundamente preocupados por la orden ejecutiva emitida restringiendo la inmigración de siete países de mayoría musulmana», escribió Cook. «Comparto sus preocupaciones. No es una política que apoyamos».
Mientras tanto, un importante grupo comercial que representa a empresas como Amazon, Netflix, Microsoft y LinkedIn dijo el sábado que la decisión de Trump tuvo «consecuencias preocupantes» para las compañías del Silicon Valley que dependen del talento del extranjero.
La prohibición afecta a inmigrantes nacidos en el extranjero con residencia legal permanente en los Estados Unidos, e incluye también la suspensión de la aceptación de los refugiados por 120 días.